Febres Cordero y la élite financiera soñaban con disponer de los ingentes recursos del IESS. Correa ha dispuesto a su gusto de ellos. El Gobierno retira dinero al contado del IESS y pagaría en papeles en un incierto futuro. Lo que el Estado debía y lo reconoció, ahora es una deuda que no existe. Ya el pago anterior de deuda del Estado al IESS fue hecho una tzantza, miniaturizado. Astucias criollas. Pero el acto de negar lo evidente es demasiado burdo.
También lo es argumentar que hay superávit (de papel va de sí) en el IESS para anular la obligación estatal de pagar el 40% de las pensiones jubilares, amenazando las pensiones de nuevos jubilados.
Sería positivo universalizar la seguridad social, con los no asalariados, con fondos propios, pero es necesario definir un antes y un después, sin anular los derechos adquiridos por los aportantes con normas anteriores.
Habría un nuevo tiempo con nuevas normas para las personas que de ahora en adelante entran al sistema, no del IESS sino de la seguridad social. Pero se va a incluir a las amas de casa en el IESS sin los fondos correspondientes y quitando derechos adquiridos de otros trabajadores.
En el IESS una persona con cáncer me cuenta su no resignación a morir en meses, pues el remedio que requiere el IESS no quiere proveerlo. Los oncólogos lo solicitan, pero la responsable responde: “No podemos comprar eso para alguien que vivirá entre 8 o 12 meses”, los médicos le aseguran tres años. Así se concreta un “superávit” y una deuda “volatilizada”.
Ecuador desmonta el tripartismo (empleados, patronos y Estado) garante del acceso del trabajador al sistema de seguridad social y por él a su familia. Los estados de bienestar crearon servicios de salud y pensiones para los no asalariados. Un sistema complementario. Pero los neoliberales reducen esas responsabilidades estatales y trasladan todo al trabajador. Se seguirá el modelo inglés en ello, como lo promovió Thatcher. Correa sigue ese camino.
Se podría terminar ese compromiso estatal con los nuevos asalariados, como es en algunos países. Pero otra cosa es que para ello se corten derechos adquiridos de los trabajadores, se usen sus fondos previsionales como caja chica, se pongan en jaque las pensiones futuras y se recorten o apropien ya las pensiones particulares de varios (funcionarios, maestros…).
A los socialismos que siguieron las pautas neoliberales se les llamó “social-liberalismo”. En Ecuador, se sigue un camino similar para crear un estado de bienestar (pues sería para ampliar derechos a terceros, amas de casa), además de engrosar la caja fiscal o reducir costos de otras obligaciones sociales y disponer de dinero para obras para permanecer en el poder y ganarse una imagen positiva más de gran constructor. ¿Cómo llamar a esto: ‘social-neoliberalismo’ o ‘estado de bienestar neoliberal’ ‘social-…’? Contradicciones del siglo XXI.
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