Más de una vez se escuchó decir que el pueblo le ha dado una paliza a la partidocracia, a la oposición, a la oligarquía y demás enemigos de turno. Esta paliza se expresaba en los resultados de las elecciones para presidente y otras dignidades, locales, seccionales y legislativas, en las que los candidatos apoyados por el régimen eran ganadores. Una expresión del pueblo en un ejercicio democrático del más alto nivel.
La Constituyente de Montecristi, otro ejercicio democrático que reinauguró el Ecuador, que se fundó hace rato, y que fue gestora de la Constitución más garantista y enredada de la historia del país, madre del Consejo de Participación Ciudadana, un cuerpo colegiado que interpreta a través de sus miembros (representantes del pueblo y nunca borregos del gobierno) la expresión popular y que ejercen una verdadera veeduría ciudadana.
La distribución de la riqueza mal habida de los oligarcas ejecutada a través de aumento de tasas y generación de impuestos al patrimonio, renta exagerada y además anticipados por si acaso, es otra representación de la búsqueda de igualdad, dimensión de la democracia.
Resulta ser, que ahora ya no sirven hay que tener cuidado de estos procesos, una consulta al pueblo puede ser peligrosa, como dice una leal seguidora del gobierno anterior. ¡Cuidado! La consulta puede traer un retroceso, ¡cuidado!, incluso los resultados pueden ser solo en favor de un grupo particular de la población. Para que el resultado de una consulta se ejecute, primero debe tener el apoyo de más de la mitad de los electores. Es la primera vez que se define, un grupo particular, con más de cinco millones de integrantes, y además particular. No solo eso, un grupo de ineptos que son capaces de retroceder con su voto, ni de cerca tan inteligentes como el puñado de iluminados que sí saben lo que significa un adelanto.
Este grupo particular de posibles votantes, no ha entendido la extraordinaria gestión que ha realizado el Cpccs, que ha impedido cualquier acto de corrupción, una gestión inmaculada que no tiene parangón, organismos de control radicales y anticipados a un posible robo de cualquier caretuco deseoso de ser hiper pelucón. Este grupo no ha entendido que la democracia depende, y no siempre es buena, solo funciona cuando unos consultan y los otros no, o los casi iguales tampoco. O solo funciona cuando me da los votos que requiero, o cuando sirve para aplicar el poder en contra de quien se detesta. No han entendido ecuatorianos, no lo han hecho, la democracia no es para todos es solo para algunos y evidentemente no para nosotros que con el voto vamos a retroceder en un país que solo puede compararse con el de García Moreno o Alfaro, qué suerte que Bolívar era de la patria grande, si no, también le tocaba.
Columnista invitado