¿Quiénes van a ser los próximos presidentes de Perú, Brasil y Colombia? se preguntan los sudamericanos que se interesan por la política de su región.
Vaya que son temas interesantes, luego de que Uruguay y Chile cumplieron su tarea y hoy tienen al singular José Mujica en el potro, luego de que pasó del “cielo al purgatorio” –de la campaña a la presidencia- mientras el auténtico “roto” Piñeda espera la hora de sentarse a reconstruir su largo y estropeado país. Mientras tanto, peruanos, brasileños y colombianos se aprestan a ir a las urnas.
La “descolada” de Alvaro Uribe no fue una sorpresa. Fue parte de un plan, que incluyó la preparación del “delfín” y la brega por sus primeros votos.
Los uribistas no encontraron, lamentablemente para ellos, otro mejor que Juan Manuel Santos Calderón. Pero los antiuribistas tampoco tienen a la mano personajes apropiados para derrotar al ex ministro de Defensa. Ahora, Uribe se dedicará a endosar sus votos al ungido, para que los colombianos elijan al hombre que –según el programa – continuará en la interminable lucha contra las Farc.
El plan es que Santos Calderón –con sus limitaciones y con el letrero “duro con ellos”- avance en la tarea, con bases usamericanas y todo, aprovechando el agotamiento del público frente al terror y los secuestros. Uribe dio golpes pero se va sin levantar la mano. ¿Triunfará en las urnas, instalando heredero?
Lo del Perú es más emocionante. Entre las opciones para julio del 2011 están la hija de Fujimori, Keiko, y el chavecista Ollanta Humala, como puntos cruciales. Ella juega entre sus cartas la libertad de su padre, aunque no lo diga.
Los centristas –llamémoslos así- son el ex alcalde limeño Luis Castañeda, la ex postulante derechista Laura Flores y el ex presidente Alejandro Toledo. Toda una colección de cartas para que el público escoja.
El presidente Alan García –según los chismosos- aceptaría cualquiera menos Ollanta, el revolucionario del siglo 21. Alan exhibe varios avances económicos, pero hay sectores que se mantienen irreversiblemente pobres. Novedades, sustos y maniobras no van a faltar en esta elección.
¿Y si José Serra –actual favorito por 32 a 28- gana las elecciones en Brasil? Sería un golpe y el gigante sudamericano se correría más al centro, con todo lo que ello significa.
Ya con Lula dio unos pasos en ese sentido, pero este personaje cada vez más internacional aparece apoyando a la candidata de su partido –de los Trabajadores- Dilma Rouseff- y llevándola al triunfo, con perfiles de izquierda. Esta es, pues, una elección crucial entre las jornadas de este 2010.
Habría que añadir otra, señalada para septiembre, pero que no es presidencial. Se trata, claro, de la elección legislativa de Venezuela, a la cual aparece entregado de lleno el coronel venezolano Hugo Chávez, siempre en pos de triunfos indefinidos, por lo menos.