Cuatro meses después de la Cumbre China-Celac en Pekín y a menos de 1 año de la Cumbre de los BRIC en Fortaleza, las reuniones de alto nivel entre líderes chinos y latinoamericanos continúan en apogeo. Esta vez las reuniones estarán lideradas por el primer ministro Li Keqiang (el número 2 después del presidente Xi Jinping) quien visitará Brasil, Colombia, Perú y Chile desde el 18 hasta el 26 de mayo. Este sería un momento óptimo para destacar los nuevos compromisos ambientales y sociales que China está asumiendo y que deberían extenderse más allá de sus fronteras.
La visita de Li Keqiang podría ser una oportunidad para hablar sobre inversiones ambiental y socialmente responsables, un tema fundamental que todos reconocen pero que está ausente en los foros económicos y diplomáticos. Li Keqiang es conocido por su posición para enfrentar con “puño de hierro” a las empresas contaminadoras en China y sus declaraciones han tenido eco dentro y fuera de su país. En marzo del 2014, en la sesión de apertura del Congreso Nacional del Pueblo, Li Keqiang dijo que China declarará la guerra a la contaminación que es “la alerta roja de la naturaleza contra un modelo de desarrollo ciego e ineficiente”. Esta noticia dio la vuelta al mundo.
Li Keqiang no es el único líder chino que promueve políticas e instrumentos ambientales y sociales de evaluación y rendición de cuentas. Hace poco, el presidente Xi Jinping dijo que el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura implementará las experiencias y reglas de los bancos multilaterales como el Banco Mundial. Más recientemente, Pan Gongsheng, el vicegobernador del Banco del Pueblo de China, señaló que el desarrollo de China ha venido a costa de empujar a los ecosistemas a sus límites imponiendo a las generaciones futuras una enorme presión económica para restaurar el medioambiente. Actualmente, el Banco del Pueblo de China, con el apoyo del Programa de Medio Ambiente de la ONU, están delineando un Sistema de Financiamiento Verde en China buscando fortalecer, entre otros aspectos, el acceso público a la información, un sistema de “calificación verde” de empresas y proyectos, y el establecimiento de un sistema de contabilidad de costos ambientales que permitirían incorporar las externalidades ambientales y sociales en el costo del proyecto.
El financiamiento chino en América Latina está en países con altas concentraciones de bosques y fuentes de agua de dulce como Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina y Perú, a la extracción de minerales, petróleo, alimentos y la construcción de grandes obras de infraestructura. La visita de Li Keqiang en los próximos días es una gran oportunidad para que China y los países de la región demuestren que sus intereses económicos podrían estar acompañados de un compromiso real y robusto a la sostenibilidad ambiental y social en la región.