En un derroche de creatividad, el Gobierno anunció la semana pasada que consiguió USD 2 800 millones de nuevos créditos con China, de los cuales 1 000 millones llegarían en estos días para cumplir con las obligaciones pendientes y pagar a los tenedores de los bonos Global 2015.
Para hacer frente a las obligaciones de este mes -que suman unos USD 1 850 millones solo en salarios, sobresueldos y el pago de la deuda-, el Presidente de la República dijo hace un mes y medio que aplicará medidas creativas. Como en economía no hay mucho que inventar para conseguir recursos, las opciones se reducían a tres: nueva deuda, más impuestos o venta de activos estatales.
La primera medida creativa del Régimen es la contratación de nueva deuda con un acreedor que ofreció a inicios créditos por USD 7 500 millones y que no ha cumplido.
En las próximas horas se conocerán las otras medidas creativas, ya que el Presidente anticipó que también tiene recursos para realizar un primer pago a la petrolera Occidental por una indemnización que suma unos USD 1 400 millones, entre capital e intereses.
Las cuentas fiscales no registraban hasta la semana pasada los recursos que el Gobierno dice haber provisionado, por lo que se esperan alguna operación de última hora.
Las actuales prioridades para el Régimen son el pago de los bonos Global, un primer desembolso a la Oxy y cancelar los salarios del sector público de diciembre. Estas son incluso más importantes que pagar a los gobiernos seccionales y a los proveedores del sector público, quienes llevan meses esperando cobrar unos USD 1 500 millones por bienes y servicios prestados al Estado.
Para un Gobierno que hasta hace poco minimizaba la importancia del mercado internacional y que incluso llegó a declarar ilegítima parte de la deuda pública externa, el discurso actual suena contradictorio, aunque se dirá que se trata de pragmatismo. Lo cierto es que conforme avanza la crisis económica, las medidas creativas del Régimen se parecen cada vez más a las recetas del FMI.