La oposición le ofrece una victoria a AP, presentándose fraccionada, con dos candidaturas de la derecha. L. Moreno disfruta aún de una popularidad excepcional, emotiva y poco racional, pero es gran aceptación. Al frente Lasso, Viteri y Moncayo, y otros poco conocidos.
En las encuestas, el núcleo fuerte de AP oscila entre 20 y 25% del electorado, lo que le da ya una gran ventaja sobre sus competidores, aunque sumando las preferencias de toda la oposición hay empate con AP o le superan. Pero será decisivo el rumbo que tomará el electorado de centro izquierda, mayoritariamente serrano, ahora sin opción electoral, sea porque se departió de AP a donde migró hace diez años, o porque no hay aún partido o candidato que le atraiga.
Sin embargo, no porque hay un electorado disponible que cualquier organización política de la tendencia pueda captarle. No porque la ID sea de centro izquierda que lo captará. El electorado actual ya no es el mismo de hace 10 años. La ID debe mostrar sus colores actuales, no los generales de la tendencia, sino unos más concretos de un programa y acciones que indiquen lo que ahora es. Hay una identidad a construir, también credibilidad y confianza a lograr sin las cuales no hay adhesión. Eso exige tiempo pero en este reinicio, sus dirigentes deben esmerarse por ser creídos y suscitar confianza.
Además, la militancia de la ID fue fraccionada desde antes de AP. Por las disputas de sus dirigentes y su mal manejo, o porque su definición partidaria se resquebrajó y no innovó. Sus militantes ya votaban por otros partidos antes del 2006; después AP fue la beneficiada u otros partidos (..Avanza). Recuperarla no es fácil. Por eso, es poco entendible que la ID pretenda que porque se presenta sola ya logrará recuperar la clientela perdida, desperdigada o en dudas. Al contrario, algo de modestia resultaría pragmático, si se presentase en alianza con las otras fuerzas del Acuerdo por el Cambio. Ganaría la ID y la tendencia.
Moncayo demostró coherencia ideológica, es un buen candidato de esta tendencia. Tiene sentido de lo nacional y en sus funciones conoció de cerca el país, sus problemas y potencialidades, su larga experiencia de planificador le da el sentido del largo plazo, sabe defender sus posiciones, en un trabajo de equipo, y también conciliar, un buen contrapeso para el estilo bonachón de Moreno que no aporta en ideas, mientras Moncayo las tiene. Pues el real contrapeso a AP no vendrá de la derecha sino del centro-izquierda. Son méritos ahora indispensables. Pero si la ID persiste en centrarse en sí misma, será su limitante mayor.
La centro-izquierda para recuperar espacio, requiere del conjunto de organizaciones de estas tendencias, en un trabajo conjunto.
Una candidata costeña a la vicepresidencia, reforzaría la imagen nacional y contrarrestaría su anclaje en una sola región.