‘Caso Assange’ sin solución

Unos cuantos personajes que desempeñan diversas actividades intelectuales han emprendido una cruzada en el exterior para acusar al presidente Moreno de atentar contra la libertad de expresión y presionarlo para que disponga la reinstalación del sistema internet al australiano Assange, asilado desde el 2012 en nuestra Embajada en el Reino Unido.

Dicha medida, calificada de “tibia”, fue aplicada tras frecuentes advertencias al fundador de wikileaks en lo que tiene que ver con sus declaraciones en las que se inmiscuía en asuntos internos de países, con los que ocasionó fricciones.

Alan Duncan, secretario de Estado Británico para Asuntos Exteriores, manifestó hace pocos días que “es muy lamentable que Julian Assange se quede en la Embajada de Ecuador en Londres. Es hora de que ese miserable gusanito salga de la Embajada y se entregue a la justicia británica”.

Francisco Carrión, ex canciller y actual embajador en Estados Unidos, expresó que la suspensión del servicio de internet al polémico australiano es “una decisión coherente con las condiciones del asilo político”.

José Ayala Lasso, también experimentado ex ministro de Relaciones Exteriores, comentó, en la columna que mantiene en este Diario, que “el Gobierno cometió un error al negociar de igual a igual con Assange; simplemente debió exigirle que cumpla sus obligaciones como asilado o asuma las obvias consecuencias, en caso contrario. El presidente Moreno debe dar valor definitivo a sus desoídas advertencias”.

Numerosos ciudadanos expresan a diario sus críticas en las redes sociales, en diversos tonos, sobre la presencia de este pirata informático en la representación diplomática de Ecuador en el Reino Unido y en la mayoría de los casos se pronuncian por la pronta solución del caso y la consiguiente salida del conflictivo personaje que era acusado de la violación a dos mujeres suecas y en la actualidad pesa sobre él una orden de arresto dictada por un tribunal inglés por irrespeto a las condiciones de su libertad bajo fianza.

Assange ha expresado su temor de que en caso de que se entregue a la justicia británica sería extraditado a Estados Unidos, donde sería juzgado y probablemente sentenciado drásticamente por la divulgación de miles de comprometedores documentos secretos de carácter militar, político, etc.

Nuestra Cancillería informa que está en contacto con su par británica y que en estos días un equipo de abogados analizará las alternativas que permite el marco del Derecho Internacional y la Constitución y la Legislación nuestras para encontrar una solución definitiva a este problema heredado del anterior Gobierno. Esto luego de las acciones unilaterales que adoptó a fines del año pasado, tales como el otorgamiento de la nacionalidad ecuatoriana y un cargo diplomático, para que pueda salir libre de la sede diplomática, lo cual, como es obvio, fue rechazado.

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