Camino sin fin

La economía de los Estados Unidos se está recuperando levemente, pero ese crecimiento es insuficiente para reducir el desempleo que afecta a millones de ciudadanos. Por el momento no se visualiza una salida rápida a la crisis económica. En este sentido, el economista Paul Krugman premio Nobel de economía 2008, acaba de publicar un libro cuyo título, traducido al español es el siguiente: ‘Terminen esta Depresión Ahora’. Este economista norteamericano, es profesor de economía en la prestigiosa Universidad de Princeton, y mantiene una columna de opinión en el New York Times uno de los periódicos más prestigiosos del mundo. Desde que se inició la crisis en el 2007, Krugman ha hecho conocer su opinión al respecto. En su libro titulado: ‘El regreso a la economía de la depresión’, publicado en el año 2008, hace un profundo análisis de la crisis, y la relaciona con crisis pasadas que tuvieron lugar en países latinoamericanos como México y Argentina, y países asiáticos como Corea, Malasia, Filipinas, Indonesia. En su análisis, traza un hilo conductor que concluye que las crisis no son hechos aislados, sino situaciones íntimamente relacionadas, lo que lo lleva a sugerir una serie de acciones tendientes a prevenirlas. En su nuevo libro, Krugman es crítico de las políticas de estímulo fiscal aplicadas durante la presidencia de Obama, calificándolas de insuficientes para reactivar la economía y crear empleo. Asimismo, hace una crítica entre los planteamientos que realizaba Bernanke como profesor de economía para enfrentar las recesiones, y las políticas aplicadas por Bernanke presidente de la Reserva Federal, calificándolas de temerosas y erráticas. El planteamiento central de Krugman es que la actual depresión de la economía norteamericana puede ser solucionada de inmediato si las políticas se orientan a crear empleo y no a reducir los déficits y el endeudamiento. Por lo tanto, recomienda una agresiva política fiscal, incrementar el gasto público para crear empleo. De manera conjunta la Reserva Federal debería ampliar su política de relajamiento cuantitativo cambiando a su vez la meta de inflación de un 2% a un 4%. Finalmente, recomienda la reestructuración de las deudas hipotecarias para estimular el consumo y el crecimiento. Estas políticas, según Krugman no ocasionarán un incremento en los precios ya que la economía se encuentra en lo que Keynes denominaba la trampa de la liquidez en donde las tasas de interés están en cero y la demanda se encuentra reprimida. Esa falta de demanda del sector privado debe ser llenada por el sector público aplicando una vigorosa política de estímulo fiscal. Krugman mantiene, que no es el momento de la austeridad y del ajuste fiscal, sino todo lo contrario.

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