Aunque es difícil determinar con exactitud el precio al que llegará un “commodity” como el petróleo –porque ese valor depende de factores espinosos como el cálculo de los “traders” o los intereses geopolíticos de las naciones petroleras–, si es posible prever su comportamiento. ¿De qué manera?
Observando la trayectoria pasada del precio para determinar un patrón de conducta y, con base en ese patrón, plantear hipótesis sobre el rumbo futuro que podría tomar el valor del crudo. Dicho esto, ¿qué tipo de trayectoria observamos?
Observamos una clara tendencia bajista que arranca en septiembre de 2014 –cuando el precio del WTI era de 95 dólares por barril– y termina en enero de este año, con un precio de 45 dólares por barril. En apenas cinco meses, el WTI perdió 52% de su valor.
Un descenso así de pronunciado no solo se explica por un exceso de oferta –o una caída de la demanda– sino también porque el mercado de futuros petroleros se sobrevendió en exceso. En enero y marzo pasados, cuando el WTI tocó su nivel más bajo, el “Relative Strengh Index” –un indicador que mide el nivel de sobrecompra o sobreventa de un activo– fue de 30 puntos, es decir el valor más extremo al que puede llegar un mercado sobrevendido.
Una sobreventa tan grande como aquella produce “rebotes” o “correcciones” –igualmente grandes– del precio. En el caso del WTI, tras llegar a un mínimo de 43 dólares por barril, el precio tuvo un repunte que lo llevó hasta un techo de 60 dólares por barril. Con esta subida, el WTI recuperó un tercio de su valor, aproximadamente.
Luego de fluctuar alrededor de los 60 dólares por barril entre los meses de abril y junio, el WTI ha vuelto a sufrir un descenso pronunciado: 13 dólares en apenas 24 días, lo que equivale a una pérdida de -21% o casi todo lo que ganó en meses anteriores.
Es probable que el precio del crudo haga una pausa de varios días para luego retomar su tendencia declinante. La velocidad a la que vuelva caer el WTI dependerá de dos cuestiones: (i) de qué tan rápido Irán sea capaz de incorporarse al flujo de producción de crudo; y (ii) de qué tan fuerte sea la disminución de las importaciones de crudo que realiza China.
Forexlive –una página web de información económica especializada– reveló que las compras chinas de crudo cayeron 26% durante el mes de mayo y que esa caída ha sido de 11% si se la compara con los 12 meses inmediatamente anteriores.
A todo esto se suma el hecho de que el período que va entre julio y noviembre es típicamente adverso para el precio del crudo, porque la demanda de energía declina en los países del hemisferio norte.
Vistas así las cosas, no es descabellado pensar que el WTI pueda llegar a niveles de 30 dólares por barril a finales de este año.