Arrancó la nueva y definitiva etapa de la campaña para elegir Presidente y Vicepresidente de la República, esta vez con la participación de los dos candidatos que obtuvieron mayor votación en la jornada del 19 del presente mes, en la que ninguno de los ocho aspirantes alcanzó el 40% del total de votos válidos, para que sea declarado electo, como establece la Constitución vigente.
Se aspira a que la nueva fase proselitista sea respetuosa, constructiva; que se destierre la campaña sucia, aunque ya han surgido algunos indicios; que los dos aspirantes al solio de Carondelet expongan y debatan con altura y seriedad sus programas de gobierno y la forma en la que cumplirán sus ofertas y afrontarán la grave situación económica que heredarán.
La contienda se reinicia desde cero. Es decir, nada tiene que ver el resultado de la votación de la primera vuelta. Sin embargo, Lenin Moreno afirma que, si bien en esa ocasión obtuvo un millón de votos sobre su contrincante de Creo -Suma, ésta vez alcanzará más de dos millones de diferencia y sus simpatizantes confían que el 2 de abril proclamarán nuevo Mandatario y festejarán, lo cual no pudieron hacer el 19 de febrero en la Avenida de los Shyris, donde se había montado una enorme tarima para el efecto, pero, aunque lograron la primera ubicación, no alcanzaron el tan anhelado y esquivo 40%.
Guillermo Lasso también confía en el triunfo. Sus partidarios esperan que esta vez ocurra algo parecido a lo que sucedió en la última elección de alcaldes, cuando mucha gente votó en Quito por Rodas, más que nada para demostrar su rechazo al candidato de la AP y, en especial, a su padrino y director de campaña. Por tanto, aunque se afirma que los votos no son endosables, ambos adversarios tratan de obtener el apoyo de sus recientes contrincantes, que en su mayoría ya se ha pronunciado a favor del candidato de la oposición.
El Alcalde de Guayaquil anunció una concentración popular para el 8 de marzo, “para defender la democracia” y, de paso, respaldar a Lasso. En respuesta, el presidente Correa también convoca a otra marcha similar, el mismo día y en la misma ciudad, “para recordar el feriado bancario”, lo cual implica riesgo de enfrentamientos. Así mismo, aceptó que es conveniente un cambio de estilo de gobierno, pero dentro de los lineamientos de la Revolución Ciudadana; aseveró que esta vez “se pasará del príncipe guerrero al rey sabio”… y, contradiciendo sus reiteradas despedidas, advirtió que, si la situación política requiere, retornará de Bélgica antes de lo previsto.
Habrá que esperar tan sólo 35 días para que la ciudadanía decida en las urnas el trascendental futuro de la Patria. La alternativa es continuismo funesto o cambio verdadero. Y ojalá esta vez el maltrecho CNE proclame oportunamente los resultados, con datos reales y no con “tendencias”…