‘Podemos” es un partido chavista creado en España. Pablo Iglesias, su cara más visible –joven profesor universitario, desaliñado, barba rala, cola de caballo– defiende la guillotina para traer la felicidad a los españoles.
El personaje y su partido aparecieron sorpresivamente. En las elecciones al Parlamento Europeo, obtuvo 1 200 000 votos y 5 escaños. Saltaron las alarmas.
Calificar de chavista a “Podemos” no es gratuito. Según El País, españoles de esa organización recibieron, por “asesorías”, unos cuatro millones de dólares de Hugo Chávez.
“Podemos” pertenece al grupo de fabricantes de miseria.
¿Pueden llegar al poder en España? El periodista Federico Jiménez Losantos, quien desde el comunismo evolucionó al liberalismo, lo afirma. Le creo.
Están los elementos para la tormenta perfecta. Los grandes partidos nacionales –Populares y Socialistas–, desacreditados por corrupción; 25% desempleo, alcanzando 50% entre los jóvenes. El separatismo catalán y vasco aumenta. La monarquía goza de tibio respaldo. Los jóvenes más preparados emigran.
Las propuestas de “Podemos” son disparatadas, pero eso jamás fue obstáculo para ganar elecciones en épocas críticas. Prometen repartirlo todo porque el problema, consideran, no está en la limitada generación de riquezas por debilidad del tejido empresarial, sino en su mala distribución.
Creen que el desempleo se combate repartiendo el trabajo “justamente”. Si el 100% de los empleados laborara el 75% de la jornada, el 25% desempleado trabajaría.
Creen que reducir la edad de la jubilación a 60 años, en lugar de 65, dejaría más empleos disponibles y más tiempo de ocio.
Creen que despojar a los que tienen otorgaría a todo español un subsidio “digno”.
Es decir, “Podemos” promete terminar la crisis esforzándose menos, no más. Pero esas propuestas, que arruinan a cualquier sociedad, son gratas para muchos.
¿Es demócrata “Podemos”? No creo. No se puede ser chavista y demócrata simultáneamente, no puede apoyarse al fascismo o al comunismo y creer en la libertad. Es un contradictio in terminis, algo como un cuadrado redondo.
La vía electoral, sí, es la fórmula para llegar al poder y, desde allí dinamitar el Estado de Derecho. Lo hizo la Venezuela de Chávez y Maduro y, hasta cierto punto, el Ecuador de Rafael Correa.
¿Cómo pueden llegar al poder semejantes personajes? Jiménez Losantos piensa que mediante un pacto con los socialistas, los comunistas de Izquierda Unida y los separatistas catalanes y vascos más radicales.
Un nuevo Frente Popular inclinado hacia el estatismo-colectivista-populista, que derrote al centro derecha en las urnas y precipite a España en una etapa revolucionaria.
¡Dios nos coja confesados!