¡Un bello libro!

Verdaderamente resultó un hermoso libro, tanto por la presentación externa -que testimonia el cuidado de Patricio Herrera Crespo- cuanto por su contenido interno. Y exhaustivo, a pesar de su economía de páginas.

Bueno, dejándose de tantos misterios, se trata del volumen que ha editado el Centro Cultural de una de las universidades más jóvenes del país, la que lleva el nombre del educador Alfredo Pérez Guerrero.

Lo ha destinado para mostrar el patrimonio cultural - lo mismo el tangible que el intangible, como suele decirse- de uno de los parajes más pintorescos de la Sierra Sur, el cantón Gualaceo, ubicado en la vertiente oriental, de la provincia del Azuay.

El autor de la investigación, Carlos Demetrio Orellana puntualiza: “A Santiago de Gualaceo se le conoce desde siempre como ‘el jardín azuayo’. Este bello lema se lo encuentra escrito por vez primera en las referencias de Joaquín Merizalde Santiesteban, el año 1735, lo que prueba que esta ciudad ha constituido un sitio que exhibe todo el tiempo pródigas bellezas naturales y magníficas expresiones de cultura, que le han convertido en un pueblo con destacadas personalidad e identidad”.

Agrega: “De esta manera los valores culturales por los que esta urbe se ufana son preponderantes y merecen de parte de la ciudadanía, ser conocidos y apreciados, a fin de resguardarlos como tesoros por los que la ciudad cuenta con una sólida presencia en toda la nación”.

También señala que este es el objetivo más alto de la publicación que ha preparado la universidad Pérez Guerrero, Extensión de Gualaceo, satisfaciendo el compromiso con el desarrollo del sector, mediante un libro testimonial, aporte bibliográfico para registrar los más destacados aspectos del patrimonio cultural del Austro.

Menciona el documento que el 30 de diciembre de 2002 se declaró a Gualaceo como Patrimonio Cultural del Ecuador y entiende el sentido pleno, como “El conjunto de monumentos y sitios de la urbe, así también las costumbres y tradiciones que deben conservarse en demostración de la fuerte personalidad histórica de un pueblo".

La realización forma partes los programas de apoyo a la comunidad y se la ha ejecutado en edición bilingüe, castellana e inglesa, debido a las corrientes turísticas que se orientan hacia el paraje. Revela una profusión de fotografías antiguas abarcando símbolos cívicos, la historia, los más característicos sitios urbanos, las obras de arte, las tradiciones y leyendas, fiestas populares, creencias y religiosidad. Incluye la gastronomía, los árboles patrimoniales, las fotografías, las trazas de diversos períodos de la evolución colectiva, las múltiples modalidades artesanales, etc.

En definitiva, una obra vistosa, que se integra a los proyectos de progreso comunitario, según lo que debería corresponder a las zonas donde las universidades han localizado “Extensiones”.

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