BCE defiende el SUCRE

El Banco Central salió en defensa del SUCRE, mecanismo de compensación de pagos de la Alba. Fue necesario por la simultaneidad de varias noticias adversas: En Venezuela se investiga el enorme crecimiento de las importaciones a través del SUCRE, que se originaría en la sobrefacturación, ya que el beneficio es cambiario: el Cadivi entrega dólares a 6,3 bolívares, que el beneficiario revende a 22,9 bolívares.

El Ecuador se perjudica con las exportaciones fraudulentas a Venezuela. Supongamos que un venezolano con palanca en el Cadivi "exporta" desde el Ecuador un contenedor lleno de piedras que declara ser equipos médicos de punta, con un valor de USD 1 millón. El Ecuador le paga el millón, para recuperarlo varios meses después, sin haber exportado nada.

¿Fantasioso? El Superintendente de Bancos denuncia que al Banco Territorial entraron USD 17 millones "en unos depósitos que habrían hecho con el sistema SUCRE", lo cual el Superintendente tilda de indicios de lavado de activos.

En Ecuador causa preocupación la incidencia negativa del SUCRE sobre la liquidez de la reserva monetaria.

El SUCRE se adoptó para ahorrar divisas a sus miembros, pues los pagos a exportadores son en moneda nacional. Si fuese Nicaragua la que tuviese un superávit de USD 596 millones con Venezuela, el Central pagaría 14 729 millones de córdobas y no afectaría la reserva. Pero nosotros sólo tenemos dólares; no nos beneficiamos.

Cuando el exportador ecuatoriano vende a Venezuela a través del SUCRE, el BCE inmediatamente le entrega sus dólares pero debe esperar al fin del semestre para que Venezuela le reembolse, afectando su liquidez.

Al 31 de diciembre, las tenencias de divisas del BCE cayeron a USD 469 millones, por debajo de los USD 541 millones que le debía Venezuela.

Con el fin de año vino la compensación, Venezuela pagó. Pero a abril 5, ya nos debe USD 589 millones. El diario caraqueño El Nacional informa que Venezuela planteó a Ecuador un aumento del cupo en el primer trimestre, pero que la solicitud "fue rechazada por Ecuador".

El BCE desmiente tal rechazo, pero es legítimo negarse al aumento del cupo. Lo lógico es que la compensación sea más frecuente, por ejemplo trimestral.

El SUCRE tiene un gran punto a favor. Como el exportador nacional recibe pago oportuno del BCE, no está expuesto a las demoras eternas del Cadivi para entregar las divisas a los importadores venezolanos para que paguen.

De los países que exportan a Venezuela bajo el SUCRE, tenemos la economía más avanzada. Hay que impedir el fraude, pero hay que aprovechar el SUCRE.

Este privilegio no durará mucho, ya que se extenderá a otros países: Uruguay ya lo pide, atrás vendrá todo el Mercosur.

El día que no signifique acceso preferente al mercado venezolano, el SUCRE perderá relevancia.

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