Si bien este año los ecuatorianos nos preparábamos para un escenario impredecible frente a lo electoral, no esperábamos que las mayores sorpresas vinieran del oficialismo.
Sobre el binomio presidencial que representará a Alianza País en 2017 corrió mucha tinta. Solo las últimas semanas se hizo oficial que la dupla Lenín Moreno – Jorge Glas representaría a la lista 35. Esto cerró el círculo de incertidumbre. Momentáneamente.
Mientras se cierra esta edición, es notorio el alejamiento de Moreno del ojo público. Su última aparición fue reportada a inicios de noviembre, en un encuentro con empresarios en Estados Unidos. Desde entonces, se pronunció luego del triunfo del mandatario de esa nación, Donald Trump, a través de comunicados y en redes sociales.
Se mencionó que estaría presente en la cita con miembros del Consejo Nacional del Partido Socialista ecuatoriano el sábado 12 de noviembre, a última hora se reportó que asistiría su delegada, María Fernanda Espinosa, en calidad de vocera.
Debía acudir ayer lunes a la inscripción de su candidatura en el Consejo Nacional Electoral (CNE). La víspera se anunció que el evento se posterga para el miércoles 16.
Este silencio deliberado de Moreno pudiera ser interpretado como una señal de desacuerdo. Esto nos lleva a dos escenarios. Uno, la posibilidad de contradicciones a la hora de escoger candidatos para el Legislativo. Dos, las denuncias que en materia petrolera ha difundido la Fiscalía.
Es curioso que la fórmula presidencial de Alianza País sería una de las últimas en inscribirse. Por ahora, solo Guillermo Lasso-Andrés Páez y Paco Moncayo-Monserratt Bustamante registraron sus candidaturas. Con la también sorpresiva alianza entre Dalo Bucaram y Ramiro Aguilar; la ya anunciada dupla Cynthia Viteri-Mauricio Pozo, y la llegada de Pesántez, Espinel, más algún outsider, es posible que la oferta de candidaturas presidenciales supere la media docena. Digan si no hay sorpresas antes de estas elecciones.