Con motivo del primer aniversario de su gestión al frente del Cabildo Metropolitano, el alcalde Mauricio Rodas hizo la consabida “rendición de cuentas” de la escasa obra efectuada en el cantón y puso énfasis en los proyectos para solucionar la congestión vehicular, uno de los mayores problemas de la capital.
Como es característico en estos casos, el primer año ha sido de continuación de obras que quedaron a medio hacer; de aprendizaje de la compleja tarea municipal y sus bemoles, y de planificación, labor que en principio tuvo las trabas de la mayoría edilicia opositora.
Una vez superadas ciertas vacilaciones, el Burgomaestre anotó que el Metro será la columna vertebral del sistema integrado de transporte público y que se ejecutarán diversas obras, como la prolongación de la avenida Simón Bolívar hasta la Mitad del Mundo; la construcción de una avenida paralela al túnel Guayasamín, que incluye un intercambiador en la plaza Argentina y dos puentes; la peatonalización del Centro Histórico y de la avenida Amazonas; la extensión de los corredores norte y sur del Trolebús y de la Ecovía y la adquisición de buses biarticulados con capacidad para 275 pasajeros, que circularán con menores intervalos, con lo que se aspira a mejorar el transporte masivo.
Capítulo aparte merece el proyecto del Metrocable, sistema similar al del teleférico, que funciona en esta ciudad desde hace algunos años, con relativa aceptación del público. La primera etapa contempla la instalación de cuatro líneas aéreas que conectarán barrios apartados, de difícil acceso, con las estaciones del Trole y de la Ecovía, para lo cual se utilizarán cabinas con capacidad para 30 usuarios y se financiará con la participación de empresas privadas.
Los escépticos consideran que este proyecto requiere un mayor estudio y que el costo de operación y otros factores exigirán un pasaje que no está al alcance de las personas de bajos recursos económicos, y no faltan detractores que dudan del éxito del novedoso sistema. Un funcionario de un organismo seccional de la provincia de Guayas, donde también se intenta un servicio similar, manifestó que se ha llegado a la conclusión de que solamente daría buen resultado para el turismo.
Una vez que ha transcurrido este preludio, equivalente a la cuarta parte del período para el que fue elegido el alcalde Rodas, al igual que los demás personeros municipales del país, es hora de que comiencen a ejecutarse los trabajos y a cumplirse las acciones prioritarias que requiere el cantón para la solución de algunos de sus múltiples problemas, en especial la construcción del polémico tren subterráneo, cuyo financiamiento aún no se concreta, aunque las terminales fueron contratadas en forma apresurada y ya están listas.
Un exburgomaestre comentó: “Elegimos a un Alcalde y no a un candidato”, algo similar a lo que la ciudadanía le dijo a él en las urnas…