En el año 1990 el gran novelista peruano Mario Vargas Llosa estuvo muy cerca de ser elegido presidente de su país pero, sorpresivamente, apareció un personaje de origen japonés, nacido en Lima, que realizó una espectacular y sorpresiva campaña y …ganó la presidencia del Perú. Al asumir el mando hizo tres promesas: terminar con la criminal guerrilla roja Sendero Luminoso, restaurar la economía peruana destrozada por el presidente Alan García y…firmar la paz con el Ecuador. El presidente Fujimori, en efecto, barrió con los guerrilleros de Sendero Luminoso y apresó a su jefe Abimael Guzmán -quien sigue entre rejas-, terminó con la quiebra y salvó a la economía peruana y, en octubre de 1998, en Brasilia, firmó con el presidente del Ecuador, Jamil Mahuad, un acuerdo de paz que se mantiene intacto hasta hoy y, sin duda, seguirá igual siempre. Paz que Fujimori negoció con varios presidentes ecuatorianos: Rodrigo Borja, Sixto Durán Ballén, Abdalá Bucaram Ortiz, Fabián Alarcón y Jamil Mahuad. Tuve el gusto de realizar doce vuelos de la paz y entrevistar a Fujimori en Oporto, Portugal, durante una Cumbre Ibeoamericana en la que dialogó largamente con Mahuad. Una semana después los dos firmaron, felices y sonrientes, la paz en Brasilia y allí estuvimos para aplaudir e informar. El proceso había comenzado cuando, en la presidencia de Rodrigo Borja, Fujimori visitó Quito y fue calurosamente aplaudido en las calles de la ciudad. Posteriormente el presidente Sixto Durán Ballén fue recibido con igual entusiasmo en las calles de Trujillo, en el norte peruano.
La historia de Fujimori tiene sorprendentes altibajos desde que derrotó inesperadamente al novelista peruano Vargas Llosa, quien escribió un libro describiendo con furia y realismo el ascenso del peruano-japonés, a quien nunca perdonó la tremebunda jugarreta que le hizo. Fujimori tuvo buenos momentos en la presidencia y mejoró la situación, acudiendo a un “ajuste económico” estricto, trabajando sin tregua y con decisión. Pero tuvo malos momentos y errores, especialmente dos. La alianza con un personaje funesto, Vladimiro Montesinos, militar y delincuente y la postulación, en el año 2000, a un tercer período, recibiendo el rechazo general y determinando su fuga al Japón. Regresó sorpresivamente a Chile y fue extraditado al Perú. Allí fue juzgado por corrupción, violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Fue condenado en el 2009 a 25 años de prisión y allí está en la cárcel, ya enfermo, al llegar a los 80 años.
Con una circunstancia muy especial. Su hija mayor, Keiko, ha sido candidata a la presidencia del Perú y ha perdido estrechamente en el 2011 y en el 2016. Esta nota se origina en la noticia de que el presidente Pedro Pablo Kucynski ha mencionado la posibilidad de conceder a Fujimori el indulto, recibiendo adhesiones y -en menor proporción- críticas. Hay expectativa por lo que resuelva finalmente el
gobernante peruano.