Amenazas renacimiento indígena en Brasil

El ataque que hirió por lo menos a 10 indígenas del pueblo gamela a tiros y machetazos, en el nororiental estado de Maranhão, puso los focos sobre el agravamiento de las amenazas al renacimiento y la sobrevivencia de los pueblos originarios de Brasil.

Decenas de hombres armados embistieron el 30 de abril contra los indígenas que ocupaban una hacienda en el municipio de Viana, que reclaman como una tierra que les pertenece, donde vivían sus ancestros. Dos heridos casi les mutilan las manos con profundos cortes.

La batalla unilateral recuerda las masacres que diezmaron la población originaria de Brasil durante cinco siglos, pero es solo la parte más brutal de una ofensiva que despliegan en múltiples frentes los hacendados que consideran excesivas las tierras destinadas a los indígenas.

“Es el peor momento de la política indigenista desde la dictadura (1964-1985)”, evaluó Marcio Santilli, fundador del no gubernamental Instituto Socioambiental (ISA) y expresidente (1995-1996) de la Fundación Nacional del Indígena, órgano estatal de protección de derechos de esa población.

El gobierno del presidente Michel Temer, en el cargo desde mayo de 2016, está promoviendo un “retroceso sin precedentes en todo el sistema de protección ambiental, de poblaciones tradicionales y de los trabajadores del campo”, acusaron el ISA y otras 59 organizaciones no gubernamentales en una “carta pública” divulgada el 9 de mayo.

La ofensiva comprende el recorte este año de 55 por ciento del presupuesto de la Funai, la entrega de su presidencia a un general de Ejército, Franklimberg de Freitas, y medidas legislativas que buscan anular el derecho indígena a “tierras tradicionalmente ocupadas”, reconocido en la Constitución brasileña.

Una enmienda constitucional, en trámite desde el año 2000, pretende transferir al legislativo Congreso Nacional la decisión final sobre la demarcación de las tierras indígenas, hasta ahora una función del Poder Ejecutivo.

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