Los agentes económicos internacionales miran al Ecuador con suma atención. Mientras a través del Decreto Ejecutivo Nro. 252 se declaró como Política de Estado la atracción de inversiones, quienes representan al Gobierno aparentemente no siguen ese mandato. Al menos eso se desprende de los reportes de la prensa especializada y de quienes asistieron hace unos días a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial en Washington.
Allí, dicen los involucrados, la delegación económica perdió una oportunidad de oro para acercarse a potenciales inversionistas financieros. Esto, justo en momentos en los que el Ecuador busca por todos los medios aliviar sus escuálidas cuentas fiscales.
Hasta ahora Finanzas no ha explicado al país el resultado de sus reuniones con los multilaterales y de la eventual suspensión de una cita con bancos de inversión. Más aún, cuando entre los ámbitos que quieren conocer los agentes económicos están el alcance del plan económico y cómo se van a atender las necesidades de financiamiento.
Las respuestas a estas interrogantes son válidas en la medida en que uno de los objetivos del Ecuador es reducir el riesgo país (que sigue en alza y encarecería las nuevas emisiones de deuda) y, como se contempla en las 14 medidas del plan gubernamental, también se busca atraer a la banca internacional, para promover el crédito productivo.
Pero no todo el panorama exterior es negativo para el país en materia de inversiones. El anuncio de que hasta junio se suscribirá el acuerdo con los países miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) es una noticia que despierta interés en el sector privado. Sobre todo, porque se trata de un mercado de 12,5 millones de habitantes en Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Transcurrido casi un año del actual Gobierno, todavía no se consolida hacia el exterior una gestión unificada entre las diferentes carteras de Estado. Estos ‘errores de buena fe’, ya deben quedar en la década pasada.