La OPEP, Trump y el petróleo

Los planes de la OPEP para continuar con el recorte de la producción de petróleo se enfrentan a un anuncio inesperado. La organización se encaminaba, hasta ayer, hacia una prórroga de nueve meses de su acuerdo para limitar la producción de crudo.

El recorte de la producción se acordó a finales del 2016 y arrancó en enero de este año. La OPEP, reunida hoy en Viena, calculaba extender la
medida por nueve meses más, a partir de junio.

El pacto al que llegaron los miembros de la OPEP surtió el efecto deseado: elevó los precios del crudo, aunque no como se esperaba. Esto por el aumento de la extracción de crudo de esquisto, en EE.UU.

Precisamente, Donald Trump, el presidente de EE.UU. acaba de proponer la venta de casi la mitad de la reserva estratégica de petróleo y abrir el refugio nacional del Ártico, en Alaska, a la exploración petrolera,para aumentar los ingresos fiscales de EE.UU.

Para que se concrete la venta de las reservas estadounidenses el camino estará marcado por la presión de grupos medioambientales y por los costos que implicaría la exploración en Alaska. Además pesará la popularidad de Trump, que cada vez es menor desde su llegada a la Casa Blanca.

Aún así, el solo anuncio hecho por el mandatario estadounidense ya genera incertidumbre en la OPEP y en los países productores, como Ecuador, que miraban esperanzados que los precios del petróleo mejoren. En lo que va del año, el crudo se ha estabilizado en alrededor de USD 50 y se esperaba que suba unos dólares más.

El flamante ministro de hidrocarburos ecuatoriano, Carlos Pérez, participa estos días en la reunión de la OPEP y dejó en claro que Ecuador apoya ampliar los tiempos del recorte de la producción.

La decisión definitiva se conocerá hoy y Ecuador, con su recién estrenado gobierno, estará a la expectativa. Algunos cruzan los dedos y añoran el crudo de cien dólares, pero olvidan que en el negocio petrolero los grandes actores tienen la palabra final.

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