De Honduras, Chile, Perú y Cataluña

Varios sucesos políticos sobresalen en una semana particularmente agitada donde no cabe olvidar el desequilibrio a la paz interna que sufre Honduras y sus resultados proclamados y cuestionados por los observadores.

En cuanto a las elecciones de Chile el triunfo de Sebastián Piñera para un segundo mandato, pese a las críticas de su pasada gestión especialmente por el tema educativo y el desequilibrio social, muestra un pronunciamiento claro sobre un modelo económico que podría potenciar el crecimiento, crear confianza en inversión y ojalá permearlo hacia los más desprotegidos.

Los sectores que apoyaron a Alejandro Guillier, del centro hacia la izquierda no lograron generar simpatía en la izquierda extrema ni apelar al voto centro-derechista. El candidato oficialista perdió pero la Presidenta Bachelet y el presidente electo Piñea dieron muestras de cultura democrática con el clásico diálogo telefónico televisado.

Al norte, en Perú, el Presidente obtuvo una victoria aunque los pronósticos le auguraban una derrota en el Congreso. Pedro Pablo Kuczynski lució sincero, su abogado, contundente, y los argumentos de quienes querían defenestrarle se esfumaron por la propia bancada fujimorista interpelante.
Kuczynski sale fortalecido pero ahora sabe que en democracia hay que rendir cuentas. El caso Odebrecht no logró salpicarle, al menos tanto como a otros tres ex mandatarios investigados.

Y cruzando el charco Cataluña se mantiene en la encrucijada. Ganó el derechista Ciudadanos, se hundió el PP de Rajoy, pero los separatistas pro independencia son mayoría aunque vienen de vertientes políticas distintas ( derecha e izquierda) y con particularidades. Puigdemont prófugo en Bélgica( no hace programas desde ático alguno) y Junqueras, en la cárcel. Pactar y luego gobernar parece cosa difícil. Salir de España no tiene, por ahora una cabida legal y el status quo con las heridas de estos meses lastima la economía y la convivencia.

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