Ecuador se mantiene como el país más emprendedor de la región. En América Latina, le siguen Colombia y Perú. Este es uno de los resultados que se entregaron esta semana, a propósito de la presentación del informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Ecuador 2016. Este reporte analiza la Actividad Emprendedora Temprana entre 66 países.
Liderar esa podio no es algo que satisfaga. El GEM 2016 señala que el 72,8% de los emprendimientos en Ecuador son unipersonales que buscan atender necesidades básicas y con bajas expectativas de generación de empleo; además, un 92% de esos negocios no tienen clientes internacionales. Otro dato que inquieta: la mayoría de esos emprendimientos se dedican al comercio.
En el diagnóstico -algo que ya es recurrente en los últimos cinco año o más-, la falta de políticas públicas, la ausencia de financiamiento, falta de reglas claras en temas tributarios o laborales, simplificación de trámites, etcétera, etcétera, etcétera, pesan a la hora de buscar nuevos horizontes y afianzar una política de competitividad.
Mientras en Ecuador se divulgaba este reporte, en EE.UU. se desarrollaba uno de los foros más representativos de la innovación y el emprendimiento. Se trata de ‘eMerge Américas’, que este año concentró a 15 000 personas, con el propósito de promover más innovación e impulsar nuevas alianzas estratégicas con inversionistas. Entre las conclusiones del foro es que A. Latina, Ecuador incluido, requiere dar saltos competitivos en voluntad política, inversión y desarrollo de ecosistemas para el emprendimiento.
El desarrollo de la Internet de las Cosas, la digitalización de los países y las ciudades, la creación de nuevas plataformas tecnológicas para proporcionar mejores servicios son, entre otros, los grandes retos del emprendedor que busca cambiar la forma de vivir y trabajar.
Está en manos del Gobierno, como lo ofreció en campaña, la definición de una política de apoyo a los emprendedores, más allá de la sola entrega de créditos y con facilidades.