Transcurridos los primeros cuatro meses del 2018, la banca privada ha sido un buen negocio en términos generales, lo cual es positivo porque la tarea de convertir los depósitos en créditos está dando frutos. Hasta el mes pasado, la banca privada registró USD 153,8 millones de utilidades, unos 54 millones más respecto al mismo período del año pasado, lo que empujó la rentabilidad promedio al 11%. Es decir, los dueños de los bancos ganaron 11 dólares por cada 100 invertidos en este negocio, mientras en abril del año pasado obtuvieron 8,5 dólares.
La rentabilidad del sector mejoró tanto en los bancos grandes como en los medianos y pequeños. Sin embargo, el mejor desempeño se registró en los dos primeros grupos.
Los cuatro bancos grandes del país subieron su rentabilidad del 8 al 11,6% entre abril del 2017 y el mismo mes del presente año. En este grupo está el Banco Pacífico, de propiedad estatal, cuya rentabilidad bordeó el 14%. El Gobierno tenía previsto vender esta institución, pero el proyecto quedó en ‘stand by’. Los nueve bancos medianos también tuvieron un mejor desempeño, pues subieron su rentabilidad del 8 al 11,6% en el mismo período.
La situación fue diferente en el segmento de bancos pequeños, donde la rentabilidad apenas creció del 1% al 1,3%. Sin embargo, en este grupo, conformado por 11 instituciones, existe mucha variedad, pues hay bancos que tienen una rentabilidad menor al 1% y otros donde este indicador llega hasta el 14%. Incluso hay uno que registra pérdidas.
De los 24 bancos privados que registra la Superintendencia de Bancos, los más rentables hasta el mes pasado fueron aquellos enfocados en financiar el consumo. La banca aprovechó la mayor demanda de créditos para adquirir productos que ya no tienen cupos de importación como autos o celulares, así como de productos importados que ya no tienen salvaguardias desde junio del año pasado. Esto impulsó las ventas del sector comercial y también la recaudación de impuestos.