Si el rumor crece puede ser incontrolable y con impactos destructivos. Lo que dice puede ser historia antigua o no, algo quiere decir o comunicar en una razón que complica la lógica. Aún demostrando lo contrario puede esconderse en el subconsciente. Se difunde veloz; su impacto desestabiliza la razón común; así, lo imposible se vuelve real, puede a un punto descomponer lo sensato y crear obsesión generalizada, trastorna a la gente para hacer de la fantasía realidad.
Pero el rumor, no siempre logra convencer, pues es el contexto el decisivo. En el contexto actual en que casi como rumor la inseguridad ya es obsesión, difundir que hay nuevos tipos de asalto, en cada cabeza se volvería no eventualidad sino realidad, cualquier hecho será indicio de que el asaltador es cualquier afuereño o vecino.
En Morona Santiago, en el pueblo shuar, luego de encontrar cuatro muertes macabras en Logroño y Sevilla con cabezas y testículos cortados, cuyes cocidos en el vientre, como pólvora incontrolable se difunden complots y se definen enemigos. Es el impacto del rumor que resucita cortacabezas, chupacabras, duendes de siempre. En cada sitio se conciben razones, pero ya se encuentran culpables a quienes capturar y privar de la vida; ya se quemó a una persona, en presencia de la Policía, porque se le acusó de ser culpable. Los rumores que explicarían lo macabro recorren la provincia y cada cual toma medidas que de prevención pasan a ser agresivas y amenazantes hacia cualquier persona que llega a esos parajes. Sea turista extranjero o afuereño, se vuelve amenaza. Un extranjero ya fue sacado a palazos y herido. El rumor dice, por ejemplo, que son los gringos que contratan gente del lugar para hacer estos asesinatos; otros que es el Gobierno; también dicen que son médicos que quieren vender órganos. El heladero de la esquina con el hielo indispensable para su trabajo ya es visto como el que esconde órganos y cabezas en su carrito.
Claro, no por azar, no se considera que los órganos desaparecidos no son los que se busca en el comercio de órganos, sino los que la mitología shuar privilegia, como la cabeza que se decapitaba al enemigo para hacerla tzantza y los preciados testículos de algún adúltero. ¿Por qué el rumor shuar ahora ha construido un enemigo externo y no considera a lo que podría ser la primera explicación, pues, hay la tradición de venganzas entre shuar por causas diversas?
Esta situación algo dice del país y del contexto que viven los shuar de sentirse amenazados y puestos de lado por el poder. Las amenazas potencian rumores. También dice del aislamiento. De este rumor que se riega y crea amenazas nadie habla. Los rumores ahora dicen de lo que siembra el sistema de lo irregular al que potencia el narcotráfico. Este ambiente y la amenaza de sanción del poder y los poderosos, tal los narcos, azuzan el rumor y las piedras suenan.