Alternancia en Latinoamérica
El cambio de orientación política y económica en los gobiernos parece acortar sus ciclos en América Latina, al menos en sus mayores países.
En México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional, es el gran favorito en las presidenciales de hoy. Su triunfo pondría fin a la alternancia del Partido Revolucionario Institucional y Partido de Acción Nacional en el poder desde 2000.
En Argentina, el rápido deterioro del gobierno presidido por Mauricio Macri, de la coalición centroderechista Cambiemos, preanuncia nuevos cambios y repone los herederos del peronismo en el juego, desalojados del poder a fines de 2015.
En Brasil, dos años del gobierno de Michel Temer, ascendido a la presidencia en mayo de 2016 por el proceso parlamentario que destituyó a Dilma Rousseff, fueron fatales para las fuerzas dichas “de centro”, identificadas con el ajuste fiscal y política económica ortodoxa, con fuerte apoyo empresarial, pero con nulo respaldo social.
Candidatos presidenciales de esa corriente, como Geraldo Alckmin, exgobernador del estado de São Paulo, y Henrique Meirelles, exministro de Hacienda, apenas cuentan con unos pocos puntos porcentuales en las encuestas sobre las preferencias para las elecciones presidenciales de octubre. Quedan muy por debajo del peso político de sus organizaciones, Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y Movimiento Democrático Brasileño (MDB), respectivamente.
Socios en el actual gobierno, sufren los efectos tóxicos de la impopularidad de Temer, también del MDB, rechazado por más de 80 por ciento de los entrevistados en las últimas encuestas.
El cuadro favorece la vuelta a la presidencia de una izquierda, o centro-izquierda, que estuvo en el poder de 2003 a 2016, con una coalición encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT), representado por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y su sucesora Rousseff.
La alternancia tiende a acelerarse, incluso por crecientes manifestaciones en contra de la reelección de gobernantes, instituida en 1997 en Brasil, reconoció a IPS el sociólogo Elimar Nascimento, profesor del Centro de Desarrollo Sustentable de la Universidad de Brasilia.
Pero su temor es el ascenso de la extrema derecha, en Brasil, representada por Jair Bolsonaro, excapitán del Ejército, candidato del Partido Social Liberal (PSL), que aparece con cerca de 20 por ciento de la preferencia en las encuestas, superado solo por Lula que, condenado por corrupción, no podrá postularse por estar preso.
En el sondeo hecho por el Instituto Datafolha en la segunda semana de junio, Lula, ahora en prisión por una condena por corrupción, obtuvo 30 por ciento de la intención de voto y Bolsonaro 17 por ciento, que sube a 19 por ciento con la exclusión del expresidente. Le sigue Marina Silva, exministra de Medio Ambiente y lideresa del partido Red Sustentabilidad, con 15 por ciento.