Alibaba

Alibaba en el siglo XXI no es un señor que conoce las palabras mágicas de “ábrete sésamo”, sino una inmensa empresa China, dedicada al comercio electrónico y que ha cambiado el mundo y lo va a seguir cambiando en los próximos años.
El negocio central de Alibaba es una plataforma de Internet en la que muchas empresas pueden comprar y vender a otras empresas. Alguien decía que es algo así como eBay para grandes, es decir, un lugar donde se puede comprar y vender de todo, pero en grandes cantidades. Si, por ejemplo, usted necesita motores eléctricos en miniatura, es casi seguro que los conseguirá, claro que en paquetes de 10 000 unidades. Y lo más probable es que haya más de una empresa ofreciendo lo que está buscando.
A través de su página web, esta empresa ha logrado intermediar entre los productores de todo tipo de bienes industriales de la China con los compradores en el resto del mundo y de esa manera ha aportado al éxito de innumerables empresas chinas de tamaño medio, que sin Alibaba no hubieran podido abrirse paso en los mercados internacionales. Alibaba ha abierto el mundo a las empresas chinas.

Pero la competencia entre los potenciales proveedores también ha sido saludable porque los compradores (del resto del planeta) han podido escoger entre una amplia gama de oferentes. En otras palabras, Alibaba también ha abierto la China al resto del mundo.

Y es justamente esa avalancha de productos industriales chinos la que ha cambiado el mundo. ¿Se acuerdan que antes se decía que los precios de los bienes agrícolas estaban condenados a crecer menos que los precios de los productos industriales y que, por lo tanto, había que industrializarse a toda costa? Pues gracias a la inmensa capacidad de producción industrial de la China, esa tendencia se revirtió y ahora son las materias primas y los productos agrícolas los que tiene precios altos en comparación con los bienes manufacturados, incluso aquellos de alta tecnología.

Pero claro, el tráfico de Internet que ha atraído Alibaba es tan grande que hoy se venden ahí las cosas más inverosímiles. Hay, entre otras sorpresas, aviones de carga Antonov, turbinas de helicópteros, sensores de radiactividad, palmeras artificiales tamaño natural y sombreros de paja toquilla hechos en China (y que se venden en paquetes de 1 000 sombreros). Pero también se anuncia productos ecuatorianos como rosas, camarones y banano.
Hoy, las acciones del Grupo Alibaba están a punto de empezar a negociarse en la Bolsa de Valores de Nueva York, lo que permitiría tener una valoración “de mercado” de la empresa.

Todo indica que llegará a unos USD 150 000 millones, es decir, la empresa como tal valdrá una vez y media el PIB del Ecuador.Y es que por ahí se mueve el mundo, por comprar y vender en cantidades grandes, por crear riqueza con el comercio y no por limitar el comercio exterior.

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