Cuando se presentaron acusaciones de acoso sexual contra un secretario general adjunto en la Comisión Internacional de Servicio Civil, la ONU reconoció que el secretario general António Guterrez no tenía jurisdicción sobre un órgano creado por la Asamblea General, que solo responde a los estados.
Pero la flagrante excepción a la tan publicitada “política de tolerancia cero al abuso y la explotación sexual” también se aplica a muchos otros órganos de la ONU creados por el máximo órgano del foro mundial.
Entre ellos se destaca la Comisión Consultiva en Asuntos Administrativos y de Presupuesto (ACABQ) y la Unidad de Inspección Conjunta, lo que constituye una burla a la lucha contra el acoso en el foro mundial.
Las excepciones también abarcarían a algunas comisiones, juntas, consejos y paneles, todos órganos subsidiarios de la Asamblea General. “Me parece espantoso que tres entidades de la ONU que tienen la responsabilidad de garantizar el efectivo funcionamiento del sistema de la ONU pisoteen ellas mismas normas básicas, aprovechándose de una laguna legal sin supervisión del secretario general”, opinó el embajador Anwarul K. Chowdhury, ex secretario general adjunto, alto representante de la ONU y presidente de ACABQ (1997-1998). Es “extremadamente urgente” que la Asamblea General, de 193 miembros, atienda esa situación sin demora.
“Al sentirse impotente frente al abuso y mal uso a la luz de pasadas resoluciones, la Asamblea rehuye su responsabilidad en tanto que mayor órgano de decisión intergubernamental”, añadió Chowdhury. La política de tolerancia cero no es un adicional optativo que algunos empleadores pueden aplicar o no, puntualizó la directora de política de ONU Mujeres, Purna Sen, coordinadora ejecutiva y flamante portavoz para Discriminación y Acoso Sexual. “Tienen que tener un alcance universal para que todo el personal pueda tener seguridad y respeto”, apuntó.