Los perros mestizos pueden presentar una mezcla de características físicas de diferentes razas. Foto: Pixabay
No debe ser fácil vagar por las calles con hambre y sed y sufrir el maltrato o la indiferencia de algunas personas. Sin embargo, esa es la realidad que enfrentan miles de animales callejeros en todo el mundo. Los perros mestizos son una gran parte de este grupo.
Los perros mestizos son el resultado del cruce entre diferentes razas e incluso con otros ‘sin raza’. El resultado es un compañero con características únicas y prácticamente irrepetibles. Pero hay algunas cosas que la mayoría de perros mestizos tiene en común.
Suelen ser más saludables. No existen estudios que prueben que unos se enferman menos que otros, aunque sí se ha demostrado que los mestizos sufren menos enfermedades genéticas que los de raza pura. “Se ven menos casos de displasia de cadera, afecciones en rodillas, columna, problemas de corazón, cáncer, entre otros”, señala el portal de medicina veterinaria VetStreet.
Darle un hogar a uno de estos pequeños le cambiará la vida. Como dijimos al inicio, muchos perros mestizos viven en las calles. Se enfrentan a accidentes y maltrato todos los días, por lo que abrirle las puertas de tu hogar le podría, literalmente, salvar su vida. A cambio recibirás un amigo incondicional que estará agradecido.
Muchas organizaciones de protección animal en el mundo se enfrentan a un problema serio. No hay donaciones, no hay adopciones y los pedidos de rescate no paran. Es un trabajo sin fin que no tiene horarios, fines de semana ni feriados. En Quito hay fundaciones que se hacen cargo de más de 100 mascotas, lo que les genera gastos elevados. Cada cierto tiempo se ven en la obligación de suspender la ayuda mientras se pagan las deudas, lo que evita que otros reciban ayuda.
Adoptar a uno de estos animales, en su mayoría mestizos, alivia mucho la carga para los rescatistas y les permite seguir ayudando. Pero no es tan fácil. Cuando alguna organización publica el caso de un perrito de raza, los adoptantes no faltan, pero hay otros que no reciben atención.
“Hay perritos por quienes la gente se pelea… a todo el mundo le sobra el espacio, el tiempo y los recursos para mantenerlos, pero también hay del otro tipo, en quienes nadie se interesa, nadie comenta, nadie los quiere. Su pecado es ser mestizos, grandes, hembras (que lastimosamente son las más discriminadas)”, escribió la Fundación Camino a Casa en una publicación.