El gato de Julian Assange con cuello y corbata observa atentamente por una de las ventanas de la Embajada de Ecuador en Londres, Reino Unido. Foto: EFE
Dice una refrán que los animales son el reflejo de sus amos. Pues bien, en el caso Julián Assange ese dicho se puede comprobar en la figura de su gata, que salió a la ventana de la embajada ecuatoriana en Londres mostrando una imagen tensa mientras su dueño afronta un interrogatorio por un caso de abuso sexual, este lunes 14 de noviembre de 2016.
La mascota fue un regalo de los hijos de Assange a inicios del 2016 para acompañarlo mientras continúa en la residencia diplomática. Es una cría de montés europeo y su nombre todavía sigue sin difundirse., pese a que el activista comentó que se lanzará un concurso para escoger su apelativo. Al momento de entregarlo al periodista australiano, el felino contaba con 10 semanas de vida.
En mayo, el fundador de WikiLeaks comentó que su gatita tendrá una cuenta de Twitter. Desde entonces, en la red social se difunden fotografías de los momentos que comparten amo y minina. Por ejemplo, imágenes de las travesuras y ocurrencias, posando con las visitas o mirando desde una ventana los exteriores de la embajada.
Precisamente, el permanecer en la ventana de la sede ecuatoriana vuelve a matizar su permanencia en lugar. A diferencia de fotografías anteriores, hoy la mascota de Assange luce una corbata a rayas con colores rojo y blanco. Su elegancia está acorde a la situación, pues por primera vez su dueño será interrogado por supuestos delitos sexuales que investiga la justicia sueca.
En mayo, el fundador de WikiLeaks comentó que su gatita tendrá una cuenta de Twitter. Foto: EFE
En sus casi 9 meses de vida, este día significa el momento más tenso de su relación con Assange, sin embargo, permanecer en la ventana del edificio da una señal que lo acompaña en los momentos más difíciles.
La cuenta de Twitter de la mascota tiene más 22 000 seguidores. Entre los tuiteros que cuentan con la atención del animal se encuentran los secretarios de Estado de EE.UU. y el Reino Unido, John Kerry y Philip Hammond, respectivamente; las oficinas diplomáticas de estos dos países más las de Francia y Turquía; Guillaume Long, canciller de Ecuador; y Palmerston, el gato de la oficina de Relaciones Exteriores británica.
Desde el 2012, Julián Assange reside en la sede diplomática ecuatoriana por temor a ser deportado a Estados Unidos, ya que enfrenta cargos relacionados con la publicación de documentos secretos por parte de Wikileaks.