La doctora Paola Núñez trabaja con Rebeca durante una sesión de fisioterapia. Foto: Pavel Calahorrano / Narices Frías.
Cuando los animales de compañía juegan y corren pueden lastimarse. Fracturas, lesiones y otros problemas pueden aparecer cuando los peludos han sido traviesos. Además de la atención veterinaria inicial puede necesitarse otro tipo de terapias para ayudar a la recuperación completa.
La fisioterapia ayuda a restablecer y recuperar las funciones motoras de cada paciente. Según el Colegio de Fisioterapia Animal del Reino Unido, se utiliza este tratamiento para la recuperación de fracturas, parálisis, lesiones neurológicas, edemas, displasia de cadera, luxaciones, desgarros musculares, contracturas y otras dolencias.
Rebecca, una labrador retriever de cinco años color chocolate, llegó a la consulta de Verónica Garcés, de HuesPet. Ella es médico veterinaria especialista en fisioterapia. ‘Rebe’ tenía un problema en el hombro y fue operada. Como estuvo mucho tiempo sin moverlo, perdió musculatura y fuerza.
Antes de iniciar con una fisioterapia el animal debe recibir un diagnóstico. Foto: Pavel Calahorrano/ Narices Frías.
Ahora recibe terapia de luz que ayuda a aliviar el dolor. En las zonas más afectadas recibe terapia láser. Además recibe electroestimulación que le ayudará a reactivar sus músculos.
Para iniciar una terapia se necesita que el paciente tenga un diagnóstico de un especialista. Luego se hace un examen zookinésico (diagnóstico fisiátrico) para conocer los puntos donde el animal tiene dolor y qué tipo de herramientas se pueden utilizar.
La rehabilitación se hace en tres etapas: la primera, dice Garcés, está enfocada en aliviar el dolor. La segunda tiene como objetivo empezar a activar el área afectada y la última consiste en ejercicios para que el paciente vuelva a su vida normal.