Una mascota necesita, al igual que una persona, alimentación, educación, cuidados médicos y cariño. Foto: Pixabay.
Un animal de compañía que llega a una familia representa más que cariño, risas y juegos. “Es como tener un hijo”, cuenta la veterinaria María Gracia Larrea del Hospital All Pets. “A un hijo le tienes que dar de comer, educarle, ver que no se enferme, darle juguetes…”, continúa. En su experiencia, cuando llegan nuevos cachorros a las familias, sus integrantes están entusiasmados por el nuevo miembro, pero por lo general “no están conscientes de lo que conlleva”.
Con esto se refiere a las necesidades específicas de cada animal en cuanto a la alimentación, vacunas, posibles alergias o condiciones médicas que puedan necesitar atención. También se deben tomar en cuenta los gastos en juguetes y accesorios, identificación, e incluso la esterilización del animal.
En general, un perro de raza grande puede comer aproximadamente 15 kilos de balanceado mensualmente, mientras que uno de raza pequeña comerá cuatro o seis kilos. Este rubro representa uno de los gastos principales en la manutención.
Carolina Redín, fundadora de Enda Ecuador, reconoce que hay un problema de desinformación general en cuanto se refiere al costo de mantener a una mascota. “La gente abandona perritos que han sufrido, bajo su tutela, atropellamientos, fracturas, enfermedades en general”, explica.
Solamente de forma preventiva se debe aplicar vacunas contra moquillo, parvovirus, rabia, entre otras infecciones. A esto se suma la desparasitación y los refuerzos de las inmunizaciones. Una factura de vacunación puede resultar entre USD 15 a USD 35 dependiendo de cada animal y de la clínica donde se haga el procedimiento veterinario.
Hay otras especies que no necesitan demasiados cuidados. Las aves, hámsteres o peces demandan poca atención de sus dueños y relativamente poca comida. Una jaula para canarios puede costar, según el tamaño, entre USD 15 y USD 50. Una pecera tiene similares costos y necesitará otros accesorios como piedras, filtros de oxígeno, entre otros.
En cuanto a economía, estas tres especies son las que menos gastos representan. A ellos, por ejemplo, no se necesita enviarlos a una escuela. Para Esteban Cárdenas, especialista en comportamiento canino, la educación se ha convertido cada vez más en una necesidad de las familias y no tanto en un lujo para las mascotas. Para él, es fundamental para que exista una convivencia armónica entre los animales y las personas.
Si bien el costo de adiestrar al animal aplica para una única vez, en la mayoría de casos, este depende del tipo de entrenamiento y de lo que las familias deseen conseguir.
Tanto especialistas en cuidado de animales, como rescatistas de mascotas en estado de abandono, concuerdan en que la solución es la educación. Las personas deben buscar información sobre el tipo de animal que van a cuidar y hacer un análisis de sus posibilidades de mantenerlo bajo las normas de bienestar animal.
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