Protege a tu mascota del frío
Los sacos ayudan a mantener la temperatura corporal de las mascotas. Foto: Pixabay.
La temporada invernal no solo puede causar problemas de salud para los humanos. Y aunque las mascotas tienen una protección natural contra el frío, que consiste en una capa de pelo y grasa sobre la piel, este abrigo no siempre es suficiente.
Los cachorros de gatos y perros, así como los de avanzada edad, tienen mayor riesgo de enfermarse debido a que su sistema inmunológico no es el óptimo. Las mascotas que viven fuera de casa también tienen mayor riesgo de enfermar.
Frente a esto hay algunas recomendaciones para mantener a tu peludo abrigado y evitar que se resfríe. Lo primero y lo más obvio es ponerle un saco. Si, a todos nos encanta ver a nuestras mascotas con abrigos pequeños pero no a todos les gusta y no se lo dejarán puesto. También puedes darle una cobija extra sobre su cama.
También debes pensar en la alimentación. Una mascota activa necesitará más energía en los días fríos. Puedes aumentar un poco su ración o complementarla con alimentos ricos en proteínas y grasas, pero de forma equilibrada. El agua deberá estar siempre fresca y limpia, nunca congelada.
Si tu mascota no hace mucho ejercicio y pasa la mayor parte del tiempo descansando dentro de casa, entonces no deberás aumentar su ración. Si mantienes su espacio con una adecuada temperatura (con calefactor, por ejemplo) su alimentación deberá ser igual. Recuerda poner atención a la subida de peso descontrolada, explica Mario Pesantes, médico veterinario.
En el caso de los perros hay consideraciones para cada raza y tamaño. Los más pequeños necesitan más abrigo pues están más cerca del suelo, mientras que uno más grande lo tolerará más. Sobre los gatos, hay algunas razas que son más sensibles al frío como el siamés o esfinge.
Otra recomendación, tanto para perros como para gatos, es evitar cortar su pelo en el invierno. A tu mascota le vendrá bien algo de protección adicional.
Finalmente tienes que tomar en consideración que el frío puede empeorar algunas dolencias como la artritis o artrosis. El dolor de los huesos puede aumentar y tu mascota tendrá dificultades para moverse. Esta falta de movilidad debe solucionarse con paseos cortos pero bien abrigados con sacos, impermeables o incluso zapatos y medias especiales. “Si tu mascota tiene mucho dolor debes llevarla al veterinario para una evaluación”, asegura Lucía Córdova, veterinaria especialista en pequeñas especies.
También son frecuentes los resfriados. Cuando no se tratan adecuadamente pueden empeorar y terminar en bronconeumonía, una inflamación severa del sistema respiratorio. El tratamiento debe darlo un médico veterinario certificado. El resfriado necesita reposo, hidratación y mantener la temperatura corporal. En algunos casos se indican vitaminas y antibióticos específicos.