Las mascotas deben estar involucradas durante el proceso de cambio de casa para evitar estrés. Foto: Pixabay.
Los perros son animales rutinarios y pueden ser muy sensibles a los cambios en su entorno. Una alteración en su hogar, una persona desconocida, un nuevo compañero de cuatro patas o un retraso en su horario puede causarles estrés y ansiedad en su rutina.
La mudanza es una de las situaciones que puede ocasionar molestias y cambios en el comportamiento de los animales de compañía. Carlos Araujo, director de EverDog, recomienda planificar el cambio de casa tomando en cuenta las necesidades y rutinas del animal.
“Es importante que antes de mudarse haga una visita para conocer el lugar y de esta forma se familiarice con el edificio, urbanización o barrio”, recomienda. El experto agrega que “es importante conocer a los vecinos, saber si tienen perros y cuál es su reacción frente a la estadía de un nuevo animal”.
El American Kennel Club sugiere además empacar en una sola caja todas las cosas de la mascota para que sea más fácil ubicarlas en el nuevo hogar. También se puede llevar botellas de agua desde la antigua casa, pues este líquido varía dependiendo del lugar y los animales pueden resistirse a este tipo de cambios.
Araujo también invita a los dueños a familiarizar a sus perros o gatos con un canil. Este espacio servirá para el traslado y en su nueva casa se convertirá en un lugar donde se sientan seguros y a salvo en el cambio.
Para Andrés Crespo, médico veterinario, es importante asegurarse de que el animal esté presente mientras se empacan las cosas del hogar. “No hay que aislarlo ni dejarlo afuera. Al ser parte de la familia, tiene que participar y conocer lo que está sucediendo”, indica.
El día de la mudanza, recomienda Araujo, se debe encargar a la mascota en casa de un familiar o amigo que sea conocido por la mascota. “Van a entrar y salir personas desconocidas para sacar las cosas de la casa y se puede estresar o incluso perder”, indica.
Una vez que la familia está instalada en su nuevo hogar, se debe llevar al animal y permitirle que haga un recorrido por la casa. Debe sentir el olor de sus dueños y de sí mismo en su cama y juguetes. También se debe colocar el canil para que pueda refugiarse ahí en caso de sentirse ansioso.
Los cambios no siempre pueden ser bien recibidos por las mascotas. Algunas pueden huir, perder el apetito, deprimirse o tener accidentes por desconocer el lugar.
Crespo sugiere que la familia tenga cuidado con las puertas y ventanas. “Hay casos en los que pueden intentar regresar a las casas donde vivían anteriormente”, comenta.
Con los gatos hay que prestar especial atención. “Los que salen de cacería son los que tienen más posibilidades de perderse”, dice Crespo. Él recomienda salir con el felino y un collar en repetidas ocasiones para que conozca el barrio y sepa cómo regresar a casa antes de permitirle salir solo.
Antes de mudarse:
La mascota debe conocer la nueva casa, el edificio, urbanización y barrio. Debe conocer a los vecinos.
El día de la mudanza:
Se lo debe encargar en casa de un familiar. El animal no estará estresado y se evita que se pierda.
Luego del cambio:
Debe incorporar las mismas rutinas que tenía antes para que el animal se acostumbre al nuevo hogar.