El uso incorrecto del collar de ahogo puede provocar daños físicos y psicológicos en su mascota. Es importante saber pasearla de la manera adecuada. Foto: Wikicommons.
Existe la creencia popular de que el cuello del perro posee una musculatura suficientemente fuerte para resistir a los jalones de correa cuando pasea. Sin embargo, no siempre es así. En algunos casos, los collares de ahogo pueden llegar a ser perjudiciales para la salud física y mental de su mascota.
¿Cómo funciona exactamente el collar de ahogo? Se trata de una soga metálica que comprime el cuello de su perro cuando este toma una dirección distinta a la de su dueño. En el momento de la compresión, la falta de oxígeno por estrangulación induce a la mascota a parar y esperar a la persona.
Christian Tenezaca, educador de perros en Winsdog,establece que en ciertos casos el perro jala mucho y necesitará siempre el collar de ahogo. Sin embargo, recomienda utilizar collares de nylon o de cuerda, que son menos invasivos que los de metal.
Carlos Alberto Araujo, educador de perros en Everdog, establece que en la mayoría de casos el collar funciona, pues corrige el comportamiento al instante, pero “lo que estamos haciendo es transmitirle un estimulo negativo al perro por algo que hizo”.
Araujo compara al perro con un niño de cinco. Existen dos formas de educarlo, a través de un estímulos negativos o positivos. “Por las dos maneras el niño aprenderá, pero la pregunta es: ¿cuál de las dos maneras repercutirá en su futuro?”.
Según el educador de Everdog, no todos los perros saben pasear con este collar. La mascota jala y el dueño utiliza la fuerza necesaria hasta que entienda, “pero muchos no lo hacen. Hay casos en que los perros se desmayan por eso durante el paseo”, comenta.
Los perros adultos sufren menos riesgos que los cachorros al momento de pasear con el collar de ahogo, según Tenezaca. Para los más pequeños, recomienda utilizar solamente un collar de cuero con hebilla de acero. “A los perros como los chihuahuas es negado el collar de ahogo”, comenta.
El uso también depende de la persona que pasea al perro, según el educador de Winsdog. Personas de tercera edad o niños podrían no tener la fuerza suficiente para soportar los jalones de su mascota y estarían expuestos a lesiones. En esos casos sí recomienda el uso del collar de ahorque.
Riesgos físicos
En su cuello, el perro tiene órganos y huesos muy importantes como los nódulos linfáticos, la tráquea, la vértebra cervical y la glándula de la tiroides, que controla el metabolismo. A pesar de que las causas de cáncer en la tiroides son desconocidas, no se descarta que el tumor podría presentarse justamente por el uso del collar de ahogo, según Araujo.
En la misma zona se encuentra el aparato hioideo, un conjunto huesos muy pequeños y finos que forman el aparato de sostén de la lengua, la faringe y la laringe. A causa de la presión ejercida con el collar de ahogo, uno de los pequeños huesos que lo componen podría llegar a clavarse en el músculo.
Órganos importantes ubicados cerca del cuello del perro
La tos crónica es otra de las lesiones que puede contraer su mascota a causa del collar de ahogo. La tráquea pasará permanentemente inflamada como consecuencia de los jalones. Par evitar estos malestares, Tenezaca establece que es importante saber utilizar el collar. “He visto accidentes fuertes en que le rompen la manzana al perro”, comenta. Para que no suceda, recomienda jalar la correa en diagonal y no para atrás.
Un mal uso de la correa también puede provocar daños en las cuerdas vocales, según Tenezaca. A su vez, según Araujo, los vasos sanguíneos pueden sufrir lesiones y hasta estallar, causando enfermedades como el glaucoma, ocasionada por la presión intraocular.
Riesgos psicológicos
Según Araujo, collar de ahogo podría causar estrés crónico a su mascota. Al igual que los niños, los perros necesitan explorar. Si reciben prohibiciones a cada rato, se frustrarán. Castigarlos por un comportamiento normal les causará confusión. Para el perro es normal oler lo que está a su alrededor y no entiende por qué no puede hacerlo.
Los problemas de agresividad también son comunes en los perros que pasean con collar de ahogo. El entrenador de Everdog compara a la mascota con el ser humano: “Si dormimos mal y amanecemos con dolor de cuello, ¿cómo estamos todo el día? Malgenios. Pero imagínate si este dolor dura todo el mes o toda la semana.”
Recomendaciones para un buen paseo
Para poder pasear de manera adecuada, primero hay entender por qué el perro está jalando la correa. En algunos casos, puede darse porque siente un olor interesante a algunos metros de distancia. Araujo establece que no hay que olvidar que es el momento del paseo de su mascota. Es ella la que debe disfrutarlo. “Quizás quiere investigar y nosotros no le estamos dejando que sea perro, queremos que sea como nosotros”, explica.
Dejar que el perro explore lo que existe a su alrededor también puede traerle beneficios. Uno de ellos es el trabajo del cerebro. La mascota empieza a investigar por medio del olfato, pues tiene cientos de millones receptores olfativos.
El entrenador de Everdog aconseja que la correa nunca esté tensa, para que el perro sienta que tiene la libertad de moverse. “Se dice que el perro tiene que ir al lado de uno, que no se puede adelantar porque nos va a dominar. El perro no está aquí para dominarnos”, comenta. Además, recomienda usar un collar acolchado y anticiparse a lo que puede ocurrir.
Christian Tenezaca recomienda cambiar de dirección cada vez que el perro jale la correa. De esta manera, se va a cansar y va a acudir a la pierna del dueño. Para entrenarlo a caminar cerca de la persona, es bueno realizar el ejercicio de pasearlo en ocho. Según Tenezaca, este es un método que se utiliza más en Europa.