Los animales de compañía mejoran las habilidades sociales, fomentan la actividad física y evitan la depresión. Foto: Pixabay.
Un perro o gato no solo es buena compañía, es responsabilidad y actividad. Los beneficios físicos, mentales y emocionales los convierten en los compañeros ideales para las personas de la tercera edad.
Según la psicóloga clínica Andrea Velasco, una gran cantidad de adultos mayores sufren de soledad. “Se van los hijos de casa, fallece el conviviente y terminan solos en su casa sin mucho que hacer”, explica. Esto puede derivar en una depresión profunda.
“Muchas familias optan por llevarlos a centros especiales de cuidado“, asegura. Sin embargo, cuando son personas sanas que simplemente necesitan compañía hay otras opciones como tener una mascota.
Las personas mayores, cuando se jubilan, tienden a sentirse solos y la falta de actividad les causa malestar. Los animales de compañía requieren cuidados que pueden ser proporcionados sin problema por un un adulto mayor. Por otro lado, la compañía que reciben mejora su estado de ánimo.
La actividad física es otro de las ventajas de una mascota para una persona de la tercera edad. Un animal necesita paseos diarios lo que motivará el ejercicio de sus dueños. Con la caminata se fortalecen los huesos y músculos del cuerpo, comenta Francisco Medina, médico veterinario.
Por otro lado, dice Velasco, las personas que tienen animales de compañía “tienen más vida social” y mejora la actitud. Durante los paseos, pueden entablar conversaciones con otros dueños de mascotas y de esta manera no se perderán sus habilidades sociales.