Samsung trabajó en la batería de su nuevo tabletófono para mejorar el rendimiento de su equipo. Foto: Samsung
El Samsung Galaxy Note 7 fue uno de los que más polémica causó durante su corto ciclo de vida, debido principalmente a los cientos de reportes a escala global sobre problemas con su batería.
Este año, Samsung aprendió de los errores de ese dispositivo y los corrigió para la siguiente versión de su ‘phablet’, la Galaxy Note 8.
La pantalla del Galaxy Note 8 tiene 6,3 pulgadas de diagonal y se trata de una Super Amoled de alta resolución. Esta pantalla es sensible al tacto, pero también puede usarse en combinación con el S Pen, el ‘stylus’ que se incluye en el tabletófono.
En cuanto a las cámaras, en la parte trasera el dispositivo cuenta con dos: una con estabilización óptica de imagen, un lente gran angular de 12 megapíxeles con autoenfoque, apertura de diafragma de 1,7 y otra con un teleobjetivo de 12 megapíxeles, con autoenfoque y apertura de diafragma de 2,4.
La cámara frontal tiene 8 megapíxeles, y su apertura de diafragma es de 1,7. Todas estas cámaras permiten grabar video en alta definición.
El teléfono tiene certificación IP68, lo que quiere decir que tiene protección para el ingreso de partículas sólidas y líquidas. Dicho de otro modo: es resistente al polvo y puede permanecer sumergido en el agua hasta a 1 metro de profundidad por un período de hasta 30 minutos.
Este dispositivo tiene un procesador de ocho núcleos, y tiene una memoria RAM de 6 Gb. En cuanto al espacio de almacenamiento, el teléfono vendrá en presentaciones de 64, 128 y 256 Gb. Esta memoria se podrá expandir mediante el uso de tarjetas MicroSD de hasta 256 Gb.
La batería del dispositivo es de 3 300 miliamperios, y se podrá cargar de forma inalámbrica. También es compatible con accesorios para carga rápida.
Para este año, se realizaron diferentes pruebas de carga y de resistencia de la batería, para garantizar que no vuelvan a ocurrir problemas como los que se dieron en el Note 7.