Un gran trabajo de efectos especiales e Imágenes Generadas por Computador (CGI) permitió a la agencia publicitaria AMV BBDO traer a la vida a Audrey Hepburn para el comercial del chocolate Galaxy/Dove. Foto: YouTube.
La comedia romántica ‘Breakfast at Tiffany’s’, de 1961, es una de las joyas cinematográficas que Hollywood guarda en su historia. Audrey Hepburn, en el papel de Holly Golightly, es gran parte de la razón del éxito de este filme.
Video: YouTube. Canal: EverythingAudrey.com
Su dulce rostro, su actitud descomplicada y su gran talento supieron ganarle un lugar en el corazón de millones de personas, incluso años después de su muerte, en 1993.
Uno de sus últimos papeles, no obstante, lo interpretó en el 2014, gracias al uso de efectos especiales, programación de computadores, animación digital y un gran esfuerzo de análisis de datos.
Video: YouTube. Canal: Cinemagia Films
Se requirió de dos mujeres para recrear las similitudes de Hepburn: una actriz que tuviera un cuerpo similar, y otra cuyo rostro fuera lo más similar a la actriz a sus 19 años. Por otra parte, un inmenso equipo de especialistas debió capturar digitalmente más de 70 posibles configuraciones musculares del rostro de la actriz.
El proceso de digitalización, análisis de datos y trabajo de producción y posproducción fue tan bien logrado, que muchos se preguntaron cómo lograron que una imagen computacional se viera tan real, y tan parecida a la actriz fallecida 20 años atrás.
El avance de la tecnología permite cada vez más una mayor prolijidad al momento de recrear el físico de otras personas, vivas o muertas.
El análisis de datos, que antes tomaba meses, hoy puede realizarse en pocas horas, con menos equipos computacionales que logran una mayor potencia.
Inteligencia Artificial de bolsillo
Hasta cierto punto, este tipo de efectos se puede lograr desde un teléfono celular; los más recientes teléfonos de Huawei y de Apple han presumido del poder de sus procesadores con Inteligencia Artificial (IA).
Apple ha aplicado el uso de este procesador, en conjunto con la cámara del iPhone X, para conseguir un sistema de seguridad para desbloqueo del teléfono que requiere prácticamente de un gemelo genéticamente idéntico para poder ser vulnerado.
Los teléfonos de Huawei tienen una función de ‘selfies’ inteligentes. Basta con tomar tres fotografías personales, de frente, de costado, y desde arriba, y el teléfono registra las características faciales del usuario, quien luego puede editarlas: puede suavizar su rostro, agrandar sus ojos, adelgazar sus mejillas y más.
El teléfono guarda esas ediciones y las aplica a cualquier fotografía futura que el usuario tome de sí mismo. Es la ‘selfie’ perfecta, con Inteligencia Artificial de bolsillo.
Google por su parte creó Clips, una cámara inteligente capaz de tomar fotos durante todo el día de forma autónoma. Basta con colgarla en una de las prendas de vestir (o de hecho, en cualquier lugar), y la cámara detectará personas, mascotas y más, e irá registrando momentos que considere importantes.
Al final del día, el usuario tendrá un resumen listo de su día, en imágenes y en videos sin sonido.
La idea de que la Inteligencia Artificial pueda reemplazar el rostro de una persona por el de otra es, hoy por hoy, algo que se debate desde la ética. Desde el lado tecnológico, el registro, análisis, recolección y modificación en tiempo real de imágenes ya es posible.
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