La visión de la seguridad

El aumento de la seguridad en el tránsito debe ser una de las prioridades para el nuevo Gobierno que se posesionará el 24 de mayo. No es aceptable que las noticias sobre accidentes que dejan personas heridas y fallecidas sean tan recurrentes que ya no causan asombro en la ciudadanía ni en las autoridades de control.

En los últimos años las medidas adoptadas para reducir la incidencia de este fenómeno han apuntado más al endurecimiento de las penas establecidas en el Código Integral Penal para los infractores que a la prevención.

Por ejemplo, se eliminó la obligatoriedad de realizar un curso previo a la obtención de la licencia de conducir tipo B (no profesional) y se redujo de dos a una la cantidad de veces en un año que las unidades de transporte público deben aprobar la Revisión Técnica Vehicular.

Aunque las estadísticas de la Agencia Nacional de Tránsito dan cuenta de que el número de siniestros se ha reducido en los últimos dos años, los accidentes con víctimas siguen siendo pan del día en las diferentes vías del país.

Es hora de buscar soluciones más efectivas para esta problemática. Los hechos dan cuenta de que no marchamos en la dirección correcta.

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