La violencia preocupa a la Roma antes de la vuelta con el Liverpool

Los jugadores de la Roma se entrenan previo a su encuentro por la semifinal de la UEFA Champions League ante el Liverpool.

Los jugadores de la Roma se entrenan previo a su encuentro por la semifinal de la UEFA Champions League ante el Liverpool.

Los jugadores de la Roma se entrenan previo a su encuentro por la semifinal de la UEFA Champions League ante el Liverpool. Foto: AFP

La Roma intentará mañana remontar un 5-2 ante el Liverpool en las semifinales de la Champions League, pero el presidente del equipo italiano, Jim Pallotta, parece más preocupado por la salud de un hincha inglés herido en la ida.

Los 'Giallorossi', que perdían 5-0 a falta de diez minutos, mantuvieron esperanzas con dos goles en el cierre del encuentro y esperan repetir la hazaña que protagonizaron ante el Barcelona, al que derrotaron 3-0 en el estadio Olímpico después de un 4-1 en el Camp Nou.

Sin embargo, la previa del partido se vio empañada por los enfrentamientos que ocurrieron en los alrededores de Anfield, que dejaron herido -todavía sigue en el hospital- a Sean Cox, un aficionado irlandés de 53 años.

"Estos partido son importantes, pero no son de vida o muerte", dijo Pallotta el fin de semana al comentar los incidentes, por los que fueron acusados dos aficionados romanos. "Lo que está pasando ahora mismo en Liverpool, eso sí es de vida o muerte, y afecta a la familia (de Cox). No me importa un carajo el resultado del partido. Es decepcionante para mí que la Roma y (la ciudad de) Roma tengan la culpa por unas cuantas personas que hacen estupideces", expresó el dirigente.

En ese sentido, la plantilla de la Roma se entrenó este primero de mayo del 2018 con una camiseta con un mensaje de apoyo a Cox, que continua internado en estado crítico tras un ataque de hinchas romanos la semana pasada. En la última práctica antes del encuentro de mañana, los jugadores 'giallorossi' lucieron una camiseta con la leyenda "Forza Sean".

El empresario estadounidense, que compró el club en 2011, fue más allá y recordó la reacción de Italia ante las bombas de la mafia a principios de la década del '90. "Recuerdo que millones de italianos, o parecían millones de italianos, empezaron a marchar por todo el país contra los criminales diciendo: 'Están destruyendo nuestra historia'", señaló el norteamericano.

El presidente urgió a los aficionados y a las autoridades a hacer un esfuerzo común contra la violencia en el fútbol, un mensaje que encontró eco en todos los estamentos de la Roma: en el español Monchi, el director deportivo de la Roma; en Eusebio Di Francesco, el técnico del equipo; y en el retirado ídolo Francesco Totti.

La seguridad, en todo caso, era ya fuerte en la capital, donde miles de personas se reunieron en un concierto por el Día del Trabajo en la Plaza San Giovanni. La policía inglesa y miembros del Liverpool participaron también en el operativo de seguridad. Se espera la llegada de 5 000 aficionados del Liverpool, que serán escoltados desde el aeropuerto y estaciones de tren hasta el partido.

Además, las autoridades también prohibieron la venta de bebidas alcohólicas alrededor del estadio Olímpico y en el centro de la ciudad. La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, y su homólogo de Liverpool, Joe Anderson, publicaron un comunicado conjunto en el que afirmaron: "El mejor resultado el miércoles es una celebración vibrante y apasionante de nuestros equipos en una noche segura, sin violencia".

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