Ecuador saca una interesante renta de 4 puntos en estas dos últimas fechas, los cuales sirven para pensar seriamente en ahorrar para el tour a Brasil en el 2014. Pero las presentaciones de la Tricolor también se merecen unas reflexiones más puntuales:
1. La Tricolor que todos desean ver es la que jugó el primer tiempo ante Uruguay, aunque queda la sensación de que la plantilla de Ecuador se desenvuelve con más comodidad cuando contragolpea que cuando está en la obligación de proponer. Con Bolivia, la Tricolor tuvo la iniciativa pero hizo poco daño y solo un penal permitió el triunfo. En Montevideo, la Tri tuvo un gran primer tiempo y pudo irse al descanso con una ventaja mayor. El equipo fue eso justamente, un equipo, un cuadro que entregaba bien la pelota y que lucía entonado en cada línea. Uruguay fue un gatito al que Ecuador lo dejó convertirse en tigre.
2. No hay gol. Ecuador ha sido incapaz de anotar por otra vía diferente a la del penal. Lo bueno es que la Tricolor cuenta de nuevo con Felipe Caicedo, quien puede capitalizar las penas máximas con más seguridad que Benítez o Mina. Era una ridiculez no contar con el ariete más internacional del país y es un acierto del DT Rueda que haya procurado la reconciliación. Pero la falta de definición ha sido alarmante. No se puede esperar que haya un penal por cotejo. Si restamos los penales, Ecuador habría salido con solo un punto en estas dos fechas y quizás los análisis no serían tan halagadores. Y las opciones que se pierde el Chucho son las que luego pesarán en la cuenta final: por algo el América no fue campeón.
3. Ecuador no es un equipo de cracks. Es un equipo de buenos jugadores, algunos excelentes, pero no más, aunque quizás haya alguna excepción para algunos. Existe cierta tendencia a perder la cabeza cuando lo que se necesita en serenidad. Valencia se va expulsado por dos faltas en el mediocampo que no eran necesarias, pues sí había relevo más atrás, y se perderá el cotejo ante Chile, que es clave. Benítez busca el penal y se gana una amarilla por un piscinazo, cuando lo ideal era definir antes que tentar al juez con pitar dos penas máximas al visitante (si fue falta de Musiera o no, ya queda para que lo considere cada uno; yo opino que no hubo nada porque el brazo extendido del meta no podía detener al delantero, pero solo es mi opinión). La defensa se descuardernó en el segundo tiempo ante Uruguay y casi hay dos autogoles por los malos rechazos. De hecho, el gol de Uruguay se debe a un mal despeje. Otra vez, como en los tiempos de don Sixto, no se pudo defender la ventaja, mal eterno del fútbol nacional. Ecuador pudo llevarse tres puntos de Montevideo. Pudo ser. Algún día habrá madurez para que así sea.
4. En el balance final, y pese a los desaguisados, Ecuador luce muy cómodo en la eliminatoria. A este paso, y al juzgar por lo que muestran los demás, sobre todo los de la parte baja del tablero, bastaría ganar en Quito para estar entre los clasificados. Es la ventaja de que entren muchos gracias a que Brasil es la sede. Ojalá esto no genere exceso de confianza. Sería escalofriante que Chile ganara en el Atahualpa y que luego Venezuela ajustara cuentas.