Los hermanos Patta, de la Universidad Católica, son un dolor de cabeza para las defensas rivales. Más o menos son como los hermanos ‘Korioto’ de la famosa caricatura animada Súper Campeones, unos ‘demonios’ cuando juntan su talento.
Ayer, Elvis y Henry se mostraron imparables con el balón en su poder jugando por los costados.
Con su desequilibrio, la ‘Chatoleí’ venció 1-0 al Independiente del Valle en el estadio Atahualpa. El tanto del triunfo lo convirtió el delantero argentino Federico Laurito, en el minuto nueve.
Los Patta no tienen la melena abultada. Son esmeraldeños, afrodescendientes de cabello ensortijado y ojos negros.
Pero su habilidad con el balón en la cancha causa la misa sorpresa y admiración de los aficionados que asisten a sus partidos.
Estos hermanos se formaron en El Nacional, pero empezaron a brillar en la Universidad Católica, que comanda del DT argentino Jorge Célico.
Juegan de memoria y por lo general buscan habilitarse mutuamente, además de a sus compañeros. Henry es el mayor. Tiene 25 años y su contextura es más corpulenta (1,70 metros) que la de su hermano Elvis, que tiene 22 y mide 1,62 metros.
Quizá no realizan las acrobacias que los hermanos ‘Korioto’, pero sí son capaces de desbordar con velocidad y conectarse con el ariete Laurito.
Esta fue la principal fórmula de ataque que destrozó a la defensa sangolquileña, que no atinó a frenarlos anoche en el Olímpico.
Fernando León, Mario Pineida, Luis Caicedo y Edgar Balbuena, en determinados momentos, tuvieron que recurrir a las faltas para evitar que hicieran más destrozos en su área.
Y tras el pitazo final, el resto de compañeros de la Católica los felicitaron por su buena actuación. Mientras que en las gradas, los cerca de 250 hinchas locales salieron felices al ver a su equipo ganar y a los hermanos Patta brindar un gran espectáculo.
Los seguidores del Independiente, en cambio, salieron molestos porque, además de sufrir con las diabluras de los hermanos Patta, vieron caer a su equipo con 10 jugadores, tras la expulsión de Nicolás Martínez. Católica se metió entre los punteros.