Un traspié en el fútbol femenino

La mala suerte sobre el balompié femenino continúa. La Tri llega a un Mundial y en lugar de consolidar el proceso se recortan presupuestos para castigar la ilusión y esfuerzo de un millar de mujeres futbolistas.

La clasificación al Mundial sustentada en dos torneos serios parecía cambiar la indiferencia y prejuicios dirigenciales. El Ministerio del Deporte destinó USD 420 000 para realizar el campeonato del año pasado, que evidenció un extraordinario potencial, pese a limitaciones de formación, práctica y apoyo en todos los niveles.

El certamen 2015 pretendía ser el mejor de Sudamérica: 12 equipos en la Serie A, 12 en la B, ascenso y descenso. 22 fechas para que las seleccionadas mantengan el ritmo competitivo antes de ir a Canadá. Era un premio para mujeres que obtienen milagrosamente tiempo para entrenarse y competir abandonando sus tareas de madres, estudiantes y trabajadoras. El único estímulo para ellas es jugar. Viajar por tierra, llegar a buenos hoteles y tener una alimentación digna son una experiencia cercana a lo celestial.

Pero en esta ocasión, el Ministerio del Deporte recortó el presupuesto de USD 420 000 a 150 000 lo cual obligó a cambiar la modalidad del torneo acortando fechas .

Resulta inconcebible que tras una clasificación mundialista en lugar de premiar se castigue con un recorte. Sin embargo, la Ecuafútbol está llamada a buscar fuentes de financiamiento y no esperar el paternalismo del Estado.

¿Discrimen?¿Castigo al éxito y al esfuerzo? Las respuestas y soluciones están en manos de la nueva Ministra, quien además practicó el fútbol. Es otro capítulo de las incoherencias en el balompié ecuatoriano.

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