El diestro Enrique Ponce da la vuelta al ruedo en su primer toro, con el que se llevó una oreja, durante la cuarta de abono de las Corridas Generales de Bilbao. Foto: EFE
Cátedra de Enrique Ponce frente al primer toro de Domingo Hernández, al que cuajó una labor que fue pura armonía, sutileza y hondura.
A gusto el valenciano, que fue ligando las tandas con exquisito gusto, elegancia y largura. Respondió el animal cuando Ponce le llevó sometido por abajo, logrando un toreo frondoso de verticalidad.
Sensacional final de faena, con muletazos de pierna flexionada que fueron primorosos. Antológica obra rematada de una estocada en todo lo alto. Ovación para el buen toro, que fue manejable aunque sin clase. Y oreja de ley, dijo Aplausos.
“Lección de magisterio y dominio de Enrique Ponce frente a un cuarto que no tuvo raza ni fortaleza. Toro de complicado manejo frente al que Ponce logró muletazos proverbiales”.
Julián López ‘El Juli’ y Alberto López Simón fueron ovacionados en una deslucida corrida de Garcigrande. Ponce y El Juli completaron su paseíllo 62 en el coso vizcaíno.