Para jugar tenis hay que tener ganas y empeño. Después de eso, dominar los golpes de la raqueta y los efectos que da la pelota sobre la cancha. Así lo considera José Endara, entrenador en el Centro Deportivo Metropolitano Iñaquito donde hay seis canchas de arcilla de uso público.
En este lugar se forman casi 300 deportistas juveniles, en las tardes, y otros 80 participan de los talleres de adultos, con categorías de novatos, intermedios y avanzados, en horarios de la mañana y la noche.
Francisco López, de 46 años, acude desde hace un año a practicar con su esposa y uno de sus hijos. Al inicio empezó en la categoría Novatos y ahora intercala entre intermedios y avanzados. Cuando llegó al taller de adultos sus golpes no eran tan efectivos, pero ahora incluso juega con efectos que engañan a sus rivales.
Él está encantado con la posibilidad de jugar tenis, tres veces por semana y con la guía de entrenadores. Además, siente que hasta la salud le mejoró con la práctica de esta disciplina.
Julio Minda, entrenador del Club de Tenis Buena Vista, está convencido que en este deporte se pueden iniciar personas de cualquier edad. Él tiene un pupilo de 75 años que no sabía ni tomar la raqueta con las manos y que en la actualidad practica regularmente.
Una recomendación clave es conseguir una raqueta liviana, que no supere los 275 gramos de peso. Así, los principiantes podrán evitar lesiones en hombros, brazos y muñecas. Es preferible pedir prestada una raqueta o comprar una de gama media al inicio. Luego, con las horas de juego se podrán conseguir mejores raquetas.
Los zapatos apropiados también son claves porque evitan lesiones en los tobillos.