Vista general de una abarrotada pista Rod Laver Arena antes del comienzo de un partido del Abierto de Australia de tenis, en Melbourne (Australia), el 18 de enero de 2016. Foto: Made Nagi/ EFE
La denuncia de la BBC y BuzzFeed sobre un megaescándalo de manipulación de partidos en el tenis puso el foco sobre un tema que genera especulaciones y sospechas desde hace años, pero que de momento cuenta con muy pocas precisiones.
La denuncia de la británica BBC y la estadounidense BuzzFeed arroja de momento más preguntas que respuestas. Con base en documentos secretos, los medios aseguran que 16 jugadores que estuvieron en el ‘top 50’ masculino en los últimos 10 años son sospechosos de haber perdido encuentros a propósito, entre ellos un ganador de Grand Slam en singles.
Más de la mitad de ellos está disputando el Abierto de Australia, en Melbourne. Las revelaciones no hablan de un número determinado de partidos sospechasos de haber sido amañados, pero ambos medios aseguran que algunos cotejos fueron en Wimbledon y Roland Garros.
Los informes no mencionan nombres de los jugadores afectados ni tampoco han mostrado de momento pruebas. “Hemos decidido no nombrar a los jugadores porque, sin acceso a su teléfono, cuentas bancarias o documentos de sus ordenadores no es posible determinar si ellos actuaron de forma personal”, dijeron ambos medios.
Solo se menciona el juego que Nikolay Davydenko y el argentino Martín Vassallo, ambos ya retirados, disputaron en el 2007 en Sopot, Polonia. Aquel cotejo, donde el ruso se retiró lesionado en el tercer set, movió cerca de USD 7 millones en apuestas y generó una investigación de la ATP, que no sancionó a los tenistas.
La posición de jugadores
“Quiero escuchar nombres, o al menos algo concreto sobre lo que poder debatir”, dijo el suizo Roger Federer sobre las denuncias, ayer después de jugar su partido.
El serbio Novak Djokovic coincidió. “No hay ninguna prueba contra un jugador en activo. Mientras sea así, es simple especulación”, indicó el número uno. El serbio, sin embargo, reveló que en el 2007 intentaron sobornarlo para que perdiera en la primera ronda de un torneo en San Petersburgo, al parecer con USD 200 000.
“Por supuesto que lo rechazamos”, dijo. “Desafortunadamente, en aquellos tiempos había rumores y la gente hablaba. En los últimos seis o siete años no volví a escuchar algo similar”.
Los casos de apuestas ilegales, en general, suelen apuntar a los torneos más pequeños del circuito, donde los premios son menores y difícilmente pueden competir con los enormes ingresos ilícitos a través de la manipulación de partidos. “Hasta donde yo sé, no pasa en el nivel ‘top’. En el nivel Challenger, en ese tipo de torneos, quizás ocurra o quizás no”, afirmó Djokovic. El serbio se respalda en que en la primera ronda de Australia el perdedor gana USD 25 000.
¿Quién investiga?
La Unidad de Integridad del Tenis (TIU por sus siglas en inglés), creada en el 2008 tras la investigación del partido Davydenko-Vasallo, sancionó desde su creación a 18 jugadores, seis de ellos de por vida.
El caso más conocido es el del excéntrico austríaco Daniel Köllerer, sancionado a perpetuidad por su implicación en una trama de manipulación de partidos para favorecer a las casas de apuestas.
La TIU recibió en los últimos ocho años más de USD 14 millones de los principales organismos del tenis para sus investigaciones.
El jefe de la TIU es Nigel Willerton, un exdetective de la Policía Metropolitana de Londres que defendió ayer el trabajo de la institución. “Las reglas que tenemos son robustas”, señaló en Australia.
Según Willerton, la TIU tiene potestad para pedir a los tenistas sus teléfonos móviles, ordenadores y tabletas. “Obviamente tienen que consentirlo. Pero si no lo hacen, se les puede sancionar por no cooperar. Recientemente hubo un caso de un jugador que fue castigado con dos años por no cooperar”, dijo Willerton.