Los caminos de Manabí se recorren en bicicleta

patricio ramos / el comercio

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Al filo del mar comienza una aventura en bicicleta. Los deportistas y aficionados suben y bajan por las lomas, declives, veredas, ciclovías, caminos de verano o cualquier otro tipo de vía del norte de Manabí.

En esa zona se practica el ciclismo recreacional y de aventura en seis rutas.

No hay límites ni reglas. Pueden ciclear niños de 9 años en adelante. El trayecto aparentemente más sencillo y de fácil circulación es la ciclovía Bahía-San Vicente-Briceño-Canoa, de 21 kilómetros. Hay cinco rutas más, pero son para quienes tienen una mayor resistencia física.

Estas son Cerro Seco, Punta Bellaca, zona boscosa de Río Muchacho, Canoa-Briceño y Bahía-Tosagua, con 121 kilómetros de ida y vuelta.

De lunes a domingos, los ciclistas madrugan o esperan a que el sol empiece a caer por las tardes para recorrer la ciclovía. Luis Santos, Mónica Proaño, Juan Veintimilla, Alexandro Petrilli, María Vela, Marcelo Luque y Luigi Rivero, todos residentes en Bahía, lo hacen desde las 07:30.

Avanzan bajo un cielo brumoso y viento frío, característico del verano costero. Tras pedalear un kilómetro por el emblemático puente Los Caras encuentran el estuario del río Chone, salpicado de pequeñas embarcaciones.

Tras una breve parada, los pedalistas avanzan hacia San Vicente y después a Punta Napo, una parte de la ciclovía sobre la carretera de hormigón.

De toda la ruta es el de mayor trazado en línea recta, pues tiene 6 kilómetros. En breves 10 minutos se llega al redondel del poblado de Briceño, el primer contacto con una playa. El océano aparece imponente.

En esa parte van apareciendo los caminos de tierra que conducen hacia las playas de arena blanca. Es imposible no abstraerse del paisaje.

Según la resistencia física, el pelotón se va repartiendo en grupos de dos, tres y cuatro. Luis, Juan, Alexandro y María avanzan a ritmo sostenido. Un poco más atrás aparecen Mónica, Luigi y Marcelo Luque.

Todos se juntan en el ingreso a un puente que une la carretero con San Andrés de Canoa y bajan a la playa. Después de 45 minutos el paseo de ida culmina. El descanso es ligero y el retorno a Bahía es casi de inmediato, para evitar el sol y para volver al trabajo.

Las bicicletas de montaña o de ruta ofrecen comodidad, pues están equipadas con amortiguadores, indica Luigi Rivero, propietario de una operadora de turismo que se dedica a la guianza y alquiler de bicicletas en la ciudad de Bahía de Caráquez.

La obra de Rubén Darío, el poeta del modernismo, en un nuevo libro.

Gastronomía //18

Los helados llegan acompañados de una variedad de ingredientes.

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Una pesa rusa tonifica los músculos y ayuda a ganar fuerza. Se necesita guía.

Los implementos necesarios para ciclear

Todo ciclista debe portar un casco. Valen de USD 10 a 90.

Se puede llevar guantes para lograr mayor agarre en los manubrios.

Cargar herramientas para la reparación de las ruedas.

Usar gafas es importante para evitar el sol o el polvo.

Como son trayectos de entre una y dos horas, hay que llevar agua.

Una bomba de aire es necesaria para dar aire a las llantas.

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