El automovilismo deportivo ecuatoriano siempre se caracterizó por tener en sus filas a excelentes pilotos en circuitos. Basta recordar algunos nombres históricos: Guillermo Ortega y Fausto Merello (24 Horas de Le Mans, 1973); Jean Pierre Michelet y Henry Taleb (24 Horas de Daytona, 1995). Solo por citar un par de ejemplos destacados.
En la actualidad están en plena vigencia dos talentosos pilotos que durante la temporada 2012 lograron dejar muy en alto el nombre de Ecuador, en el contexto internacional: el cuencano Sebastián Merchán y el quiteño Julio Moreno. El primero, campeón de la Panam GP Series, y el segundo, mejor novato de la Fórmula Ford Británica.
Me pregunto, ¿qué hay que esperar para que desde la empresa privada y la administración pública aparezca el apoyo para estos dos jóvenes pilotos? Existen multinacionales que operan en el país y que auspician a muchos deportes. El Gobierno también lo hace aunque en menor escala. Pero, ¿por qué no pensar en un apoyo económico sostenido para que Merchán y Moreno puedan continuar sus carreras y aspiren a participar en otras categorías que nos hagan soñar con la Fórmula 1 en el futuro?