Rusia llegó al escalón más alto del medallero de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en la penúltima jornada, en la que igualó además la cosecha de preseas obtenidas en la era post-soviética, en Lillehammer 1994.
El oro obtenido en la prueba de relevos del biathlon masculino catapultó a la delegación local a la cima del medallero con 11 oros, los mismos que Noruega, pero con 29 en la suma total contra 25 de los escandinavos.
Esa cifra, además, le permitió a Rusia, que conquistó en Sochi diez medallas de plata y ocho de bronce, igualar los oros obtenidos hace dos décadas en Lillehamer, pero mejorar la cosecha de medallas de aquellos Juegos.
En la conquista de la medalla dorada clave del día hizo su aporte paradójicamente un atleta nacido en Estados Unidos que adoptó la ciudadanía casándose con una rusa y que fue vivamente alabado hoy por el público local.
Se trata de Vic Wild, quien también había aportado un oro en el slalom gigante paralelo que se sumó al bronce conseguido por su esposa, Alena Zavarzina, en esa misma especialidad, pero en la rama femenina.
En aquella oportunidad, la pareja se abrazó y se besó bajo los colores de la bandera rusa, tras lo cual Wild confesó: “Si me hubiese quedado en Estados Unidos, todavía estaría golpeándome la cabeza contra la pared” . Rusia alcanzó el objetivo apuntado y de paso mejoró largamente su humillante participación en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, cuando regresó a casa con apenas tres oros cosechados.
Esa actuación dejó tal marca que el propio ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, afirmó antes de ponerse en marcha los Juegos de Sochi que se conformaba con terminar entre los cinco primeros del medallero.
Hoy, Rusia mira desde arriba y relegó a gigantes de los deportes de invierno como Estados Unidos y Canadá, que suman nueve oros cada uno, paliando en parte la decepción porque el equipo de hockey sobre hielo no logró avanzar a la final por un oro que falta desde hace 26 años.
Pero no sólo Rusia fue protagonista de la jornada, pues Holanda le disputó ese cetro al confirmar su hegemonía en el patinaje de velocidad, donde sumó oro por equipos en hombres y mujeres para totalizar 23 medallas sobre 36 posibles.
De esas 23 preseas, ocho fueron de oro y dos de ellas llegaron hoy en disciplinas en las que los podios los completaron Corea del Sur y Polonia, en el primer caso, y Polonia y Rusia, en el segundo.
Párrafo aparte para la noruega Marit Bjoergen, quien se impuso hoy en la prueba de 30 kilómetros de esquí con técnica libre y alzó su tercer medalla de oro en estos Juegos, relegando a sus compatriotas Therese Johaug y Kristin Stoermer, plata y bronce, en cada caso.
Bjoergen, que en Sochi ganó también las pruebas de skiathlon y de velocidad por equipos, suma un total de seis doradas al repetir la cosecha de Vancouver 2010.
Austria también sumó un oro hoy gracias a Julia Dujmovits en snowboard en la especialidad slalom paralelo, en la que la plata y el bronce quedó en poder de las alemanas Anke Karstens y Amelie Kober, respectivamente.
Otro oro austríaco llegó de la mano de Mario Matt en el slalom especial, donde lo escoltó su compatriota Marcel Hirscher y el bronce fue para el noruego Henryk Kristoffersen.
La nota discordante la dieron dos nuevos casos de doping confirmados oficialmente, que se suman a los dos anunciados en la víspera para un total parcial de cuatro.
El último en conocerse fue el positivo de Vitalijs Pavlovs, integrante del seleccionado de hockey sobre hielo de Letonia a quien le detectaron methylhexanamina, un estimulante que también fue hallado en la muestra de la biatleta alemana Evi Sachenbacher-Stehle, el primer caso en Sochi 2014.
Pavlovs, al igual que aquella, fue marginado de los Juegos por el Comité Olímpico Internacional (COI) , en una jornada en la que se había anunciado un tercer caso de doping, correspondiente a la fondista ucraniana Marina Lisogor.
Lisogor, de 30 años, dio positivo con trimetazidina, sustancia prohibida que contenía, según el descargo de la atleta, un fármaco que ingirió para tratarse de una dolencia.
El otro caso de doping que también se conoció el viernes correspondió al “bobbista” italiano Wiliams Frullani, en este caso por consumo de dimethylamylamina.