El piloto alemán Michael Schumacher, que tras larga pausa volvió a la Fórmula 1 rechazó las primeras dudas sobre su capacidad de competir, tras el décimo lugar obtenido en el reciente Gran Premio de Australia.
“Me siento optimista de que ocurrirán aún algunas cosas”, escribió ayer el heptacampeón en su página de Internet, agregando que “saca muchos buenos aspectos de la carrera de Melbourne”.
Su Mercedes “no queda demasiado lejos” de la competencia, afirmó el alemán de 41 años.
En Australia, el domingo -en su segunda carrera de Fórmula 1 tras una pausa de tres años- salvó en la ronda final un punto, tras el accidente sufrido en la salida.
De inmediato cayeron las críticas sobre el alemán. La prensa italiana de la patria de su antiguo patrón Ferrari se mofó: “El brillo ya no luce en Schumi”, escribió Il Corriere della Sera, mientras que La Gazzeta dello Sport comentó que: “Schumi da la impresión de ser el hermano gemelo falso de Michael Schumacher, que lo ganó todo”.
El heptacampeón mundial vive ahora ante todo de recuerdos y no de sus actuales actuaciones.
“Schumi no puede aguantar el ritmo”, opinó el diario de masas británico Daily Mirror.
Los críticos de Schumacher hacen ante todo hincapié en el hecho de que el veterano piloto de 41 años no logró adelantar durante mucho tiempo al modesto bólido de Toro Rosso pilotado por el novel español Jaime Alguersuari.
Pero el ganador de 91 Grandes Premios objeta: “Disfruté mucho con la lucha en Melbourne, aunque solo conseguí un punto”.
El alemán espera pasarlo bien también el domingo en Sepang, ya que opina que el bólido y el equipo van progresando. “Podemos ir con buena sensación a Malaisia, pues hemos mejorado claramente desde Bahreín”.
Por su parte, el jefe del nuevo equipo Mercedes, Ross Brawn, exige más. “Necesitamos un auto algo más rápido”.
Rosberg no se escondió. “Simplemente no fuimos lo suficientemente rápidos”, dijo el piloto.
“En las carreras somos más lentos que en la clasificación”, se quejó. Rosberg cruzó la meta en quinta posición, pero solo porque el británico Lewis Hamilton y el australiano Mark Webber colisionaron justo delante de él apenas dos vueltas antes del final.
Mercedes aún tiene que mejorar para ofrecer a Schumacher la posibilidad de luchar por el liderato. Luego será su labor demostrar que aún es capaz de hacerlo.