Thiago Silva, capitán de la Selección de Brasil, en rueda de prensa, el 7 de julio de 2014. Foto: EFE
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De las selecciones brasileñas clásicas, con jugadores gambeteadores, atrevidos, talentosos queda poco. La ‘canarinha’ que disputa el Mundial se caracteriza por su fuerza y buena disposición táctica en el campo. La sorpresa que quedaba se extinguió con la lesión de Neymar.
Brasil atraviesa un proceso de conversión de su fútbol picante y lleno de toques al frío pero eficaz estilo europeo. Los pases largos, la marca dura y las jugadas de pelota parada han sido hasta ahora las principales armas del equipo dirigido por Luis Felipe Scolari para avanzar rumbo al anhelado ‘hexacampeonato’.
Tras la fractura de la tercera vértebra lumbar sufrida por Neymar en el choque de cuartos con Colombia, la tendencia de Scolari es la de afianzar ese estilo, muy lejano del ‘jogo bonito’ hecho famoso por los grandes ídolos del fútbol brasileño como Pelé, Garrincha, Zico, Sócrates, Romario y Ronaldo.
En la victoria por 2-1 sobre Colombia en cuartos, por ejemplo, los dos goles brasileños salieron de jugadas de pelota parada y fueron convertidos por sus dos zagueros centrales (David Luiz y Thiago Silva), en un partido en el que los anfitriones se destacaron también por recurrir con frecuencia a las faltas duras para frenar a James Rodríguez y a las demás estrellas del equipo cafetero.
La marca dura de los brasileños generó quejas por parte de casi todos sus adversarios, algunos de los cuales acusaron a los árbitros de ser demasiado benevolentes frente a las faltas practicadas por los jugadores brasileños.
El estilo brasileño de jugar el fútbol no ha surgido hasta ahora en el Mundial. Es poco probable que pueda aparecer este martes 8 de junio en Belo Horizonte, ya que Scolari tiene solamente dos días para adaptar a su equipo a las ausencias de Neymar y del zaguero Thiago Silva, quien se perderá la semifinal por acumulación de tarjetas amarillas.
Además, Scolari todavía no ha logrado solucionar el problema del ataque, en el que la escasa movilidad de Fred y la mala puntería de Hulk debilitan el poderío ofensivo de su equipo. Ante Colombia, los goles brasileños fueron anotados por zagueros –Thiago Silva y David Luiz.
Para el seleccionador brasileño, el ‘jogo bonito’ no ha sido jamás una prioridad. El estilo duro y defensivo del Brasil 2014 es muy similar al que adoptó Scolari en los equipos que dirigió, como Gremio y Palmeiras.
Por esta razón, los analistas apuestan a que, en la semifinal, ‘Felipao’ concentrará sus esfuerzos en frenar los ataques germanos para evitar encajar goles, para recién después buscar un camino para marcarlos. De confirmarse estos pronósticos, el Brasil que ingresará el martes a la cancha del estadio Mineirao será más europeo que nunca.
Además, las debilidades que muestra el equipo de Scolari son nuevas.
Fred, el centro delantero titular del cuadro sudamericano, lleva un solo gol. Algo poco característicos en los equipos cariocas que han tenido artilleros de la talla de Ronaldo y Adriano.