Las huelgas de ‘piernas caídas’ no son recientes en el Deportivo Quito.
Las paralizaciones de los jugadores por falta de pagos de sus salarios crecieron desde el 2008, año en el que alcanzó el título luego de 40 años.
Así lo reconocen Marco Salazar, historiador del equipo chulla, jugadores y ex integrantes. Uno de ellos es Geovanny Caicedo, quien en el 2009 lanzó una frase que parece haberse convertido en la ‘bandera’ de lucha de los futbolistas azulgranas en los últimos años.
“No money, no play (sin dinero no hay juego)”, dijo la ‘Cuchara’ en marzo del 2009 luego de que el Deportivo Quito afrontó una ‘minicrisis’ por la falta de dinero para cancelar a los jugadores.
Entonces, en medio de un ambiente de disgusto y de tensión, los futbolistas azulgranas decidieron no entrenarse por tres quincenas que les adeudaban los dirigentes. Franklin Corozo, entonces lateral del club dirigido por Rubén Darío Insúa, amenazó con abandonar el plantel por los incumplimientos de los dirigentes.
“El sufrimiento y la falta de dinero nos han acompañado en todos estos años. Pero eso curiosamente ha fortalecido la estima de los jugadores y les ha ayudado a ganar títulos. Pero el precio ha sido alto”, explica Salazar.
En efecto, en el 2008, bajo la presidencia de Fernando Herrera, el Quito empezó a sentir la falta de liquidez. La mañana del 16 de julio de ese año, no practicaron. Luis Checa intervino: “A todos nos perjudica no entrenarnos, pero a veces es necesario tomar estas medidas”, dijo el zaguero.
Curiosamente, él y sus entonces compañeros admitieron que esta medida sirvió para fortalecer la estima del grupo para conquistar el título del torneo nacional.
Los jugadores superaron las adversidades económicas de la mano de Carlos Sevilla, el entrenador del conjunto azulgrana.
Para financiar el título, la directiva cubrió las necesidades de los futbolistas con un presupuesto de USD 240 000. “Pero ahí empezaron los apuros económicos. El equipo se volvió muy competitivo, pero llegó el endeudamiento. Y ya ve cómo está el plantel ahora…”, añadió Salazar.
Precisamente, Checa, uno de los que hablaba por los jugadores en esa época, denunció la realidad actual del equipo.
“Nos sentimos solos”, dijo el defensa goleador del club por la falta de pagos de salarios de esta temporada. A jugadores como él, los dirigentes les deben desde septiembre del año pasado.
Pero él y sus compañeros quieren que esto sea un estímulo para alcanzar el título de este año. “No hay dinero, pero nuestro objetivo es ser campeones”, confirmó Geovanny Espinoza. Con esa convicción, el Quito mide hoy a Emelec, a las 12:00, en el Atahualpa.
Los apuros
Deportivo Quito tiene actualmente una deuda que asciende a los USD 4 millones.
El club adeuda a los jugadores, en algunos casos, sueldos de tres meses del año pasado y dos salarios del 2013.
En el 2008, el equipo fue dirigido por el técnico nacional Carlos Sevilla y afrontó una leve para.
En el 2009 también se repitieron las paralizaciones cuando el equipo era dirigido por Rubén Darío Insúa.
El estratega argentino volvió a asumir el mando del plantel desde el segundo semestre del año pasado.
Él denunció que también le adeudaban sueldos desde el 2012.
Los chullas son segundos en la tabla de ubicaciones con 18 puntos. Hoy se miden a Emelec, líder con 24.